Faltaba poco más de un lustro para que se estrenase el presente siglo cuando los núcleos de Montesalgueiro y Arteixo quedaban definitivamente enlazados por la autovía del Noroeste. Esto suponía que la vía nacional N-VI dejaba de ser la principal conexión del área metropolitana con la provincia de Lugo y el resto del estado español. Y si existía un tramo del que todo automovilista era conocedor no era otro que la emblemática Costa do Sal. Una extremada pendiente que enlaza los ayuntamientos de Coirós y Aranga en la que se registraron decenas de accidentes de tráfico a lo largo de los años.
Ahora un estudio realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), sobre los tramos de vías más peligrosos de la red de carreteras del Estado, viene a significar que la Costa do Sal se resiste, a pesar de la reducción de la intensidad de tráfico, a abandonar su fama de tramo negro. El informe, elaborado con datos del Ministerio de Transporte del período 2018-2022, sitúa los puntos kilométricos 555,000, en Aranga, y 565,000, en Coirós, como de especial peligrosidad.
Parámetros
El análisis se realiza a nivel autonómico en veinte puntos kilométricos, cuatro de ellos en la provincia de A Coruña, uno en Lugo, seis en Ourense y nueve en Pontevedra. Los parámetros de los que se vale AEA para llevarlo a cabo son la intensidad de tráfico (en Aranga es de 1.103 vehículos al día, mientras que en Coirós alcanza los 1.126) y el índice de peligrosidad medio, obtenido entre las víctimas registradas y el volumen de tráfico (197,1/98,9). También se tienen en cuenta el número de víctimas (5/4) y la cifra de accidentes en los que hubo heridos o fallecidos (4/2).
A la vista de todos estos factores Aranga cuenta con un índice de peligrosidad que lo sitúa a la cabeza en la provincia de A Coruña, aunque lo ha reducido significativamente respecto al anterior estudio cuando alcanzó 250,4. A nivel autonómico es el tercero tras los puntos kilométricos 614,000 y 622,000 de la N-120, ambos en la provincia de Pontevedra.
No obstante, cabe señalar que a pesar de lo mencionado, el informe constata que el número de víctimas en el período analizado es mucho menos significativo que en los kilómetros 0,000 de la N-551 y 3,000 de la N-555, ambas en Pontevedra, donde se registraron 19 y 18 heridos o fallecidos, respectivamente. En este apartado el lugar de A Coruña con mayor número de siniestros con víctimas humanas se sitúa, con 13, en el kilómetro 63,000 de la N-547.
Descenso de víctimas
El estudio de AEA, cuyo análisis se realiza a nivel nacional, destaca que en este quinquenio el índice de peligrosidad estatal disminuyó un 2,4% por ciento con respecto al anterior (8,4 frente a 8,2).
“Sin embargo, todavía hay en las carreteras españolas demasiados puntos negros que es necesario corregir. Y si bien, la falta de presupuestos puede retrasar la necesaria actuación en esas infraestructuras, es importante al menos que los conductores sepan dónde están situados para adoptar las debidas precauciones, ya que en los últimos cinco años en 270 kilómetros de nuestra red de carreteras se han contabilizado 1.591 accidentes y 2.273 víctimas, la mayoría leves”, apuntan desde la entidad.
Cabe indicar que el estudio señala que, en el caso de las carreteras convencionales, los tramos más peligrosos de España se localizaron en la provincia de Jaén, con índices de peligrosidad que superan la media nacional.