La campaña del pulpo no comienza con buen pie debido al mal tiempo. Las descargas en la lonja de A Coruña fueron algo “anecdótico”, según el presidente de la entidad, Juan Carlos Corrás, ya que el viento del nordés hizo que los barcos no pudiesen traer a la ciudad “más de cincuenta o sesenta kilos”. El precio al que se subastaron las piezas en la lonja ascendió hasta los siete u ocho euros.
En la plaza de Lugo, la gran parte de los comerciantes no lograron hacerse con los primeros pulpos tras la veda y esperan que en los próximos días haya más cantidad. “Las piezas que tuvimos son de un kilo o kilo y medio y costaron diecisiete euros”, decían ayer en Pescadería Santi. En otro puesto del mercado, Pescados Víctor, comentaban que ya no solo es que hubiese poco pulpo, sino que la cantidad de pescado también fue reducida.
Ayer llegaron a la Lonja 200 kilos de nécora y en la plaza de Lugo los precios oscilaban entre los 22 y 55 euros
Hasta el 31 de agosto, la cota máxima de captura de esta especie será de 30 kilos por barco y día. A esta cantidad se le añaden 30 kilos al día por cada tripulante a bordo hasta un máximo de 210 kilos en un día. El pasado sábado también se abrió la veda de la nécora, que tardó en llegar a los mercados coruñeses. Juan Carlos Corrás explica que, al igual que con el pulpo, este crustáceo no está llegando a la Lonja como de costumbre. Ayer se descargaron cerca de 200 kilos y en la plaza de Lugo los precios oscilaban entre los 22 y los 55 euros, dependiendo del tamaño. Lo que sí que llega a la entidad coruñesa es el percebe. El presidente de la Lonja indicó que en la mañana de ayer se descargaron 500 kilos y las subastas fluctuaron desde los veinte hasta los sesenta euros. Eso sí, Corrás confía en que la semana que viene, cuando el tiempo mejore, haya más oferta.
En algunos puestos del céntrico mercado municipal confían en que, a medida que pasen los días, reciban más producto y variedad. Los placeros relatan que el sábado las existencias de nécora eran mínimas, algo que ha ido cambiando poco a poco, por lo que esperan que ocurra lo mismo con el pulpo. El ambiente sigue sin ser el habitual en este mercado, cuyos comerciantes perciben desde hace meses, cuando estalló el conflicto bélico en Ucrania, un bajón en la actividad.
“No es que la gente no quiera gastar, es que tienen miedo de lo que pueda pasar más adelante y prefieren ahorrar un poco”, relataba una vendedora. En el puesto de al lado, otra placera coincidía: “Los fines de semana seguimos teniendo un alto nivel de ventas, pero no es como antes y este es un pensamiento generalizado en todos los puestos. Nosotros también sabemos lo que supone todo esto para los bolsillos”.