La fecha de levantamiento de la Torre de Hércules seguirá siendo un enigma

El arqueólogo José María Bello cree que la nueva excavación no podrá cambiar la datación actual
La fecha de levantamiento de la Torre de Hércules seguirá siendo un enigma
La Torre de Hércules, durante las celebraciones del año pasado | Javier Alborés

Gracias a un convenio entre la Administración autonómica y el Ayuntamiento, que aprobó ayer el Consello da Xunta, volverá a haber excavaciones arqueológicas en la Torre de Hércules. ¿Permitirá esta nueva prospección fijar con más exactitud cuándo los romanos levantaron el faro? La datación cambió del siglo II al I la última vez que se excavó, que fue en los años 90 del XX, pero se sigue desconociendo en tiempos de qué emperador fue erigida. Entonces se dijo que Claudio, Nerón o Vespasiano eran los grandes candidatos, pero en los últimos años se ha publicado una tesis —no avalada por excavación ‘in situ’ alguna— que apunta a un mandatario bastante anterior, Augusto. Entre el final del gobierno del tercero y el inicio del encabezado por el último hay una diferencia de 107 años. En ese arco temporal se movería el monumento coruñés.


Tradicionalmente, el faro se dató en el siglo II. Así lo fijó en 1792 el ilustrado José Cornide, quien colaboró decisivamente en la reconstrucción dieciochesca de la torre firmada por el ingeniero Eustaquio Giannini. En un libro publicado en dicha fecha, este autor atribuía la construcción a Trajano (98-117 d.C.) y situaba su levantamiento en el siglo II de nuestra era.


Todo cambió en 2008, cuando José María Bello, entonces director del Museo Arqueolóxico, empezó a hacer públicas las principales conclusiones de la excavación arqueológica que él y Luis Caballero Zoreda habían dirigido entre 1992 y 1994, que es la última realizada. En ella se hallaron fragmentos de ‘terra sigilata’ datados entre el 41 d. C. y el 71 d. C.  “Entregué la memoria de la excavación a la Universidad de Santiago, para quien la quiera leer, pero nunca se ha publicado en papel”, apuntó Bello ayer a El Ideal Gallego.

 

 

Cuarteto de candidatos


Fueron trece meses, no continuados, puesto que la prospección se frenó por el desastre del ‘Mar Egeo’. Sostenía —y aún defiende— este experto que los restos encontrados permitían plantear que se erigió cuando los romanos se lanzaron a la conquista de Britannia, para lo que utilizaron Brigantium como puerto de apoyo para el transporte de, sobre todo, el aceite. Bello señaló en 2008 como probables artífices de la Torre de Hércules a los emperadores Claudio (41-54 d. C.), Nerón (54-68 d. C.) o Vespasiano (69-79 d. C.), abriendo la puerta a que uno diese la orden de levantarla y otro la acabase. Ayer afinó mucho más: “Lo más que podemos afirmar es que se construyó en la segunda mitad del siglo I después de Cristo. Después del año 60 y antes del 90”. Es decir, habría un cuarteto de candidatos: Nerón, Vespasiano, Tito (79-81 d. C.) y Domiciano (81-96 d. C.).


Sin embargo, en 2019, Antonio Rodríguez Colmenero presentó el libro ‘El faro romano de Brigantium Flavium, Torre de Hércules de A Coruña’, editado por la Autoridad Portuaria herculina. Este profesor sostiene, y en parte lo hace apoyado en datos de la excavación de los años 90, que el faro se construyó en torno al 4 a. C., en tiempos del primer emperador, Augusto (27. a. C.-14 d. C.).


Bello recuerda que la excavación se frenó en su día por causas económicas. “En los años 90 finalizamos de forma traumática cuando se agotaron los fondos que estaban previstos en el proyecto de Paseo Marítimo. Quedó una zona muy pequeña sin terminar de excavar, menos de la mitad del frente de las puertas de la Torre, en un momento de la Alta Edad Media. El resto estaba concluido, pero siempre cabe la posibilidad de que haya ahí algo que no había aparecido en las otras zonas”. Descarta que ese algo resuelva el enigma histórico de la fecha de erección, puesto que cree que eso solo lo resolvería “una inscripción del emperador que la mandó construir, que suponemos que tuvo en su día”. Pero piensa que ya no estará allí, y recuerda que hasta el siglo XVI estuvo permitido llevarse piedras de la Torre para usarlas en construcciones medievales.


Por tanto, sostiene que, pese a la nueva excavación, nos quedaremos con las ganas de saber qué emperador pudo haberla levantado. Tampoco podremos conocer si ya es bimilenaria o no lo es, lo que sería de interés para el Ayuntamiento herculino cara a realizar un Acontecimiento de Excepcional Interés Público (AEIP) con motivo del Bimilenario de la Torre de Hércules. 

La fecha de levantamiento de la Torre de Hércules seguirá siendo un enigma

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