Estaba recién inaugurada la sucursal de Caixa Galicia de la avenida de Hércules cuando, el 15 de septiembre de 1999, un hombre accedió armado a su interior para robar entre 250.000 y 300.000 pesetas, según fuentes de la entidad bancaria. El atraco se consumó cuando dentro de la oficina se encontraban cinco empleados y dos clientes. Fue uno de los temas del día de El Ideal Gallego en su edición del 16 de septiembre, en cuya portada aparecía por primera vez una foto del empresario Amancio Ortega tras 36 años de silencio y anonimato. Hace 75 años, en 1949, un joven ciclista sufría heridas al caerse de su bici en el Orzán. Mucho más trágico fue el suceso ocurrido hace justo un siglo en O Burgo, donde un niño murió arrollado por un tren.
Al poco tiempo de abrir al público la oficina de Caixa Galicia de la avenida de Hércules, sus dependencias recibieron la visita de un atracador que se llevó entre 250.000 y 300.000 pesetas, según fuentes de la entidad. En el momento de ocurrir el suceso se encontraban en el interior del local cinco empleados y dos clientes. Fue entonces cuando el atracador entró, amenazó a los presentes con un arma de fuego y ordenó que le entregasen todo el dinero que había en la entidad bancaria. Ante esta situación, el interventor le proporcionó entre 250.000 y 300.000 pesetas, dinero del que disponían en ese momento, ante el temor de todos los presentes a que hiciese uso del arma.
También ayer, 15 de septiembre de 1999, Amancio Ortega, presidente de Inditex, rompió con 36 años de silencio y anonimato. En el informe anual correspondiente al pasado ejercicio, el industrial escribe un artículo, encabezado con su imagen, en el que describe las principales líneas de actuación de la multinacional coruñesa. Además, un total de veintiséis alumnos de los centros Air Hostess de A Coruña y Oviedo realizaron ayer en el dique de abrigo un simulacro de supervivencia en caso de accidente aéreo en el mar. Por otra parte, Protección Civil atendió durante el verano de 1999 a 1.500 personas en las playas coruñesas.
El joven Manuel Couso Ramírez, de 14 años de edad, salió despedido de la bicicleta que montaba en la calle del Orzán, al evitar el atropello de una niña que se interpuso en la mencionada calle. En la Casa de Socorro del Hospital fue asistido de una fuerte contusión en la región frontal izquierda y de erosiones en el brazo del mismo lado.
Dentro también del capítulo de sucesos, en el domicilio de Consuelo Rodríguez Vilar, sito en el lugar de Couso, en Culleredo, penetraron anteanoche, el 14 de septiembre de 1949, unos ladrones violentando las contras de una ventana. Mientras ella dormía se apoderaron de varios objetos y 221 pesetas en metálico. Poco después la Guardia Civil procedió a la detención de los autores, que resultaron ser Mercedes García Ferreiro, Ceferino Vales Justo y un tal Bardanca que, como los anteriores, se confesó autor del citado robo.
El domingo 14 de septiembre de 1924 ocurrió en El Burgo una sensible desgracia. El niño de diez años José Arias Ripoda salió a las tres de la tarde del domingo del domicilio paterno, diciendo a un hermano suyo llamado Ricardo que iba al cine con otros muchachos, pero en vez de cumplir lo que había dicho, se dirigió a la estación del ferrocarril y tomó un billete para El Burgo, donde se celebraba la romería de La Peregrina, marchando en el tren corto de Lugo.
Según un muchacho llamado José Rodríguez Landín, que iba en el mismo tren y presenció el suceso, José Arias iba en el estribo del costado derecho del vagón de tercera y al pretender pasar al lado opuesto del tren, como habían hecho otros chicos, perdió el equilibrio y cayó a la vía sobre uno de los rieles, pasándole cinco vagones por encima. Reconocido el cadáver, se ordenó el levantamiento del mismo.