Miles de personas desafían a la lluvia y enfundadas en chubasqueros resisten estoicamente en un festival. Así podrían empezar las crónicas de Glastonbury a Woodstock, pero también en el paseo de los Puentes, donde los fans de las hamburguesas han decidido vivir como galegos e interpretar el 'e se chove, que chova'. Hasta 8.000 asistentes se registraron el pasado lunes en The Champions Burger, donde encontrar el producto favorito fue en ocasiones una odisea.
Gottan, que no Gotham, es la foodtruck con más demanda de largo. Entre el final de la cola hasta conseguir el producto favorito de este festial mediaron aproximadamente 45 minutos de voluntad y apetito en forma de espera bajo la lluvia. No importó, muchos decidieron repetir una vez devorados en cuestión de segundos su picada de chuletón madurado, queso cheddar, cebolla crujiente, bacon cocinado 48 horas inspirado en el ramen de Kikambo, salsa Lousiana y bacon beats. Según estimaciones de los trabajadores el despacho superó holgadamente las 1.000 unidades en este puesto, uno entre veinte.
Por ejemplo, existe otra opción, menos concurrida pero con goteo constante de clientes, que a media tarde y horas antes del cierre tenía un contador que alcanzaba las 600 unidades.