Cada vez que el Consejo de Ministros se pone a legislar, la hostelería se echa a temblar. Y es que la relación del sector con el poder varía notablemente si se habla de Gobierno local o autonómico, con los que suele ir de la mano, o del estatal, con el que la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería mantiene una relación cuanto menos tortuosa: las restricciones del covid, la reducción de la jornada laboral o las directrices acerca de la modificación de horarios han sacado de quicio a la entidad presidida por Héctor Cañete, que ahora mira con asombro a la redacción del anteproyecto de Ley de Prevención de Consumo de Alcohol y Sus Efectos en Personas Menores de Edad. 

Y es que, a pesar de que evidentemente existe el compromiso de no fomentar el alcoholismo entre menores, desde la asociación opinan que contemplar la publicidad en las terrazas y prohibir la referencia a bebidas en la cartelería es prácticamente un abuso. “Hace un mes hablaban de legalizar el cannabis, no prohíben el botellón y ahora andan quitando letritas de los toldos”, ironiza el presidente. “Es mirar paja en el ojo ajeno, porque somos los primeros en proteger al menor: yo mismo negocié con Sanidade y aceptamos multas millonarias para quien violara la ley”, añade..

Y es que más allá del quebradero de cabeza que supone variar todo el mobiliario la entrada en vigor de la ley supondría un duro golpe para el bolsillo de muchos hosteleros. Un porcentaje muy alto de las terrazas lucen publicidad de bebidas, especialmente de Estrella Galicia. En ese caso, Cañete también pide colaboración por parte del Gobierno local. “Teóricamente, en el Ayuntamiento debería haber un listado de mobiliarios homologados”, recuerda.

Desembolso 

Todos los hosteleros consultados por El Ideal Gallego coinciden a la hora de establecer el gasto mínimo que supondría renovar toda una terraza. “Una mesa buena sale a partir de 150 euros, sólo la mesa, y de ahí para arriba”, reconoce Cañete. Por su parte, Emilio Ron, responsable de un extenso grupo hostelero, pone cifras más concretas: “Un juego de mesa con cuatro sillas, básico, ronda los 300 euros. Un estilo parisino, como el que tenemos en El Olivo, se va a los 500. Es una inversión muy importante”, sentencia.

Por su parte, Alberto Boquete, presidente de los hosteleros de La Marina, indica: “No es lógico que se permita en equipos de fútbol o motos, pero no en la calle. Ahí también van menores”. Y es que en la mente de muchos aún está el ya prohibido formato de Fórmula 1-cajetilla de tabaco.