Jetas sin reservas en la hostelería de A Coruña

Llamar para solicitar una mesa y finalmente no aparecer en el restaurante es un mal hábito contra el que tienen que lidiar a diario los establecimientos de comidas: no sólo supone una pérdida económica, sino un perjuicio para aquellos a los que han negado un sitio
Jetas sin reservas en la hostelería de A Coruña
Encontrar mesa en la calle de La Estrella es cada vez más complicado | Carlota Blanco

No es una problemática nueva, pero sí especialmente engorrosa y molesta en fechas como estas. Y es que la buena salud de la hostelería obliga a que parte de los establecimientos funcionen bajo reserva. El problema es que en esa relación de confianza que se establece entre el establecimiento y el cliente, éste muchas veces cae en la falta de respeto y da la espantada por respuesta. Para cada asiento reservado hay una serie de ‘lo siento, estamos llenos’ a aquellos que aún confían en la suerte del momento.


La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña acaba de firmar un convenio de colaboración con Uekko, un software de gestión y reservas para el que espera formar a sus miembros. No obstante, de nada sirve cualquier tipo de avance si la otra parte de la ecuación traiciona esa confianza, tal y como explica el presidente del sector en la provincia, Héctor Cañete: “No es un problema generalizado, sino que afecta sobre todo a determinados restaurantes: muchos aún funcionan sin reserva. El mensaje más importante es que la gente reserve, porque eso permite un mejor servicio y nos permitirá tener mercancía y reserva a la altura”.


Esperas

El creciente problema, que afecta directamente al bolsillo de quien se queda colgado, ha provocado que se abriera el melón del cobro por adelantado de una parte de la reserva. “Es todo lo que podemos hacer. Si no vas a ir, por lo menos llama, no tienes por qué dar explicaciones”, dice. “En mesas pequeñas de dos o tres personas no pedimos ese depósito, porque más o menos se van cubriendo, pero en una mesa de 15 te voy a pedir un depósito, muchas veces por encima del diez por ciento”, añade. Según relata, las excusas van desde el buen tiempo a los días de playa, pasando por relatos de lo más inverosímil.


Uno de los establecimientos donde conseguir mesa es todo un reto es A Taberna de Cunqueiro, que recientemente ha extendido sus dominios al llamado Alpendre. Uno de sus camareros, como se suele decir, las ha visto de todos los colores. “Que falten a una reserva es algo que sucede todos los días, siempre hay dos o tres mesas que se caen”, indica. “Hace no mucho, una mesa de 20 o 30 personas nos dijeron que se fueron a otro sitio porque estábamos en obras y que, por lo visto, hay otro sitio con el mismo nombre en Ourense y Lugo”, recuerda. 


El procedimiento del local, en este caso, es primero esperar 15 minutos de cortesía, posteriormente hacer una llamada y, en caso de fallar ambas opciones, preguntar en la cola de clientes cuál es el que lleva más tiempo esperando. 


De hecho, en estas fechas, es habitual ver gran cantidad de clientes que, pese a no tener reserva y a sabiendas de que no habrá mesas disponibles, se resignan a hacer cola a la espera de una cancelación. Y en ocasiones  ni siquiera obtienen ‘premio’. 


Por otra parte, esquivan esa problemática los cada vez menos establecimientos que no admiten reservas y solamente se fían de quienes pone en pie en su establecimiento.


Cobros 

Las tabernas hermanas Galera y Tabacalera también son objeto de deseo por los comensales todos los días. Una mesa es, en ocasiones, todo un privilegio que no todo el mundo disfruta o valora por igual. “No es una norma, pero hay veces que no te cogen el teléfono o te dicen que se les olvidó. No veo otra solución que cobrar las cancelaciones”, reconoce uno de los encargados de la sala en el concurrido local de la plaza de Tabacos.


De hecho, eso de hostelero previsor vale por dos lo aplican de un tiempo a esta parte. “Si son grupos grandes intentamos confirmar la mesa varios días antes y pedimos por favor que no nos dejen tirados, ya que estaremos rechazando otros posibles clientes”, finaliza. 

Jetas sin reservas en la hostelería de A Coruña

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