Durante esta semana, y hasta el viernes a las tres de la tarde, se ha mantenido alerta naranja en el mar por las fuertes olas de cinco metro de alto que rompían contra la costa. Esto significa que el público no debía acercarse a las zonas peligrosas, pero siempre hay gente a la que le gusta el peligro, y por las redes sociales circulaban imágenes de un puñado de jóvenes que se habían acercado a Punta Herminia para disfrutar de la sensación de las olas blancas cayendo sobre ellos.
Llegaron hasta el punto de sacarse un ‘selfie’ con una ola: en uno de los videos que colgaron en las redes sociales se podía ver a tres de ellos de espaldas a los escollos, esperando la llegada de la siguiente onda. “Esta es gorda”, decía uno, sonriente, antes de que la pantalla se cubriera de blanco por la espuma marina.
En otra escena se les ve corriendo para escapar de la ola que amenaza con tragarlos, entre risas, dejando atrás la Caracola, la escultura de Moncho Amigo. Ninguno de ellos fue arrastrado al océano, de manera que el juego no dejó víctimas que lamentar, pero sí que suscitó numerosas protestas en Twitter, donde los usuarios les reprochaban su comportamiento temerario.
A juzgar por el acento de los veinteañeros, estos no eran gallegos, de manera que es muy probable que para ellos el Atlántico embravecido fuera todo un espectáculo y no estuvieran al tanto de los peligros. “La ignorancia es atrevida e irresponsable. Después vienen las lamentaciones...”; comentaban. Otro señalaba que “Vaya chiste si la ola se lleva a alguien o del golpe se abre la cabeza contra las rocas. De esta salieron, pero otros no tienen tanta suerte. Estas cosas deberían estar penadas”.
Muchos otros usuarios de la red social parecían estar de acuerdo con este punto. En realidad, los temerarios turistas podrían ser sancionados según la Lei de Emerxencias de Galicia, y las autoridades, que están al tanto de la infracción, están estudiando esta posibilidad, pero es un asunto complejo, y es muy probable que un remojón sea lo peor que les vaya a pasar.
En todo caso, en otras ocasiones la Policía Local ha tenido que que sancionar a individuos que se han asaltado la cinta policial para caminar por los arenales, durante una alerta naranja. No todas las conductas temerarias quedan sin castigo.