En los más de diez años que han transcurrido desde el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de 2013 muchas cosas han cambiado en la ciudad. El Gobierno de Inés Rey ha sido uno de los que más agresivo se ha mostrado en la política de peatonalizaciones y humanizaciones en la vía pública, pero en el PMUS ya se proyectaban una serie de itinerarios peatonales que debían recorrer la ciudad y que tenían nombres como Eje Central o Eje Interior.
De este Eje Central forma parte, por ejemplo, la recién humanizada calle San Andrés, que se inauguró hace menos de dos meses, pero también obras anteriores como la plaza de España (peatonalizada en parte) o la calle de La Torre, cuyas aceras se ensancharon a costa de eliminar el aparcamiento de la zona.
El Eje Interior es, en realidad, la ronda de Outeiro, y aunque la vía sigue conservando su aspecto usual en la mayor parte de su trazado, de más de cinco kilómetros, el Gobierno local ya ha transformado las manzanas más próximas al Millennium, instalando un parque infantil y ampliando las aceras, además de plantar árboles, invirtiendo 742.000 euros. Pero existen planes mucho más ambiciosos para ella, denominada la ‘ronda de los barrios’ que pretenden transformarla si el Gobierno local obtiene más fondos europeos.
En el mapa aparecen nombres que son familiares para cualquier coruñés, como La Marina. Esta fue peatonalizada hace casi diez años, pero hace solo unas semanas han comenzado las obras de humanización de los Cantones, que llevarán la preferencia peatonal hasta la plaza de Mina, siguiendo el camino trazado años atrás por los técnicos del PMUS. Se advierte que la mayor parte de las peatonalizaciones se han llevado a cabo en el centro, pero en casi todas las rutas se han hecho mejoras: aceras más anchas, pasos elevados, semáforos nuevos o carriles bici.
El Paseo Marítimo también figura en el mapa de itinerarios peatonales, y en este se ha invertido en el tramo de As Ánimas, donde se retiraron carriles a la circulación para crear una zona de 1,5 kilómetros de largo con espacios verdes y de juegos, así como instalaciones para hacer ejercicio al aire libre, gracias a 3,1 millones de euros de los fondos Feder. Aunque 1,5 kilómetros no parezcan demasiado cuando se está hablando de un paseo de cerca de quince kilómetros, pero ha sido la reforma más importante desde su inauguración, y también se han efectuado mejoras como la instalación de un carril para corredores que va desde Las Esclavas hasta el Aquarium Finisterrae.
En cambio, otros tramos que figuran en el mapa del PMUS como parte del Paseo ni siquiera existen a día de hoy, como los de As Xubias y A Pasaxe, donde existen planes para crear (algún día) una senda peatonal.
En algunos queda prácticamente todo por hacer, como el Eje Verde, el Este y el Oeste. En otros se han desarrollado algunos tramos, como el Eje Universidad, que discurre por la avenida de Pablo Picasso, y el Eje Industria, del que forma parte Pla y Cancela, que estos días ultima su humanización, sin olvidar otros procesos muy importantes como la ronda peatonal. Los pasos que se han dado han sido lentos, pero ninguno atrás. Puede que haga falta otros diez años para completar el proceso, pero se llegará.