Después de meses en pausa, el reloj floral de Méndez Nüñez se ha vuelto a poner en marcha. La máquina estaba fuera de funcionamiento después de que amaneciera rota una de sus agujas de aluminio. El servicio de mantenimiento tuvo que retirarla y aprovechó para revisar el mecanismo. El eje también estaba torcido (presumiblemente porque alguien había saltado encima) y hubo que enderezarlo de nuevo, además de encargar las agujas.
Las nuevas que luce el reloj son más gruesas y están situadas un poco más alta que la anteriores pero, por lo demás, el aparato a recuperado su aspecto. Recientemente se han restaurado varios relojes emblemáticos de la ciudad, incluido el del Obelisco pero es el floral el que sufre los problemas de vandalismo.