Josep Pons | “Quiero la música que me obliga a hacerme preguntas, porque el conocimiento también llega con la música”

Josep Pons | “Quiero la música que me obliga a hacerme preguntas, porque el conocimiento también llega con la música”
Josep Pons, ayer tras un ensayo con la Orquesta Sinfónica de Galicia | Patricia G. Fraga

Este jueves en Ferrol y el viernes en el Palacio de la Ópera (20.00 horas), Josep Pons cogerá la batuta de la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) para abordar la ‘Sinfonía nº1’ y la ‘Sinfonía nº3’ de Brahms, “dos ‘capolavoro’, dos obras maestras”, apunta el propio Pons. “Es como si nos trajeran aquí la ‘Monna lisa’ y la ‘Venus de Samotracia’, dos obras cumbre del arte universal”, describe el director.


Pons, que afronta sus dos últimos años al frente del Gran Teatro del Liceu de Barcelona, asegura que el público coruñés se “encontrará estas obras servidas de una manera excelente, por una orquesta extraordinaria”. Pons ha vivido prácticamente todo el devenir de la OSG, “empecé a venir hace 30 años”, y tiene claro que la formación siempre ha ido a más. “Siempre ha sido una orquesta que está ahí arriba, siempre los he visto en plena forma, y veo que va habiendo un relevo generacional”, apunta, y añade que “Roberto (González-Monjas) es una persona afortunada, hereda un buen instrumento, que no ha bajado el listón”.

 

Futuro

Pons finaliza su andanza en el Liceu en 2026, “un proyecto extraordinario y muy luminoso”. Ahora le toca decidir, “si me embarco en otro proyecto o si voy de freelance, es la gran decisión”. Y es grande porque “un proyecto es mucha energía y yo soy de tiradas largas”.


Lo que tiene claro es que “todos tenemos fecha de caducidad y hay que saber leerla, como los danones”, apunta entre risas. “La honestidad es fundamental, la orquesta debe percibir que lo que les das les sigue alimentando”, comenta.

 

Arte

La concepción de Pons de la música es, según él mismo, “muy radical”, siempre vinculada al arte. “El arte es lo mejor de la humanidad, nos redime, todo lo otro es deleznable”, dice con una sonrisa, “el hombre puede ser excelso o miserable, pero esta excelencia se encuentra en el arte, y dentro del arte, la música es el dardo que más te sacude”, completa.
 

Cuando hablamos de magia, de emoción, de duende... cada cual lo dice como puede, nadie lo puede definir

 

Ahondando un poco más, asegura que la “música que hacemos es arte y no entretenimiento”, aunque reconoce que ambas tienen cabida, “porque habrá quien venga para distraerse de una mala semana”. “Cuando Brahms escribió esto (las dos sinfonías que interpretará la Sinfónica de Galicia esta semana), tenía un cierto afán de trascendencia, no es una música para distraer, para evadir”.
 

Pons es consciente de que el arte no tiene todas las respuestas, “pero nos puede crear muchas preguntas, quiero la música que me obliga a hacerme preguntas sobre mi mismo, sobre la vida, sobre nosotros... porque el conocimiento no te llega solo de la literatura o de la filosofía, te llega también con la música, solo que esta no se explica a través de palabras”. Y va más allá: “¿Cuándo empieza la música? donde terminan las palabra, lo que no explicas con palabras, lo explicas con música”.


Pero existe en ese punto una dificultad para explicar la música, “porque es inefable, debes vivirla”. “Por eso cuando hablamos de magia, emoción, duende... cada cual lo dice como puede, todos sabemos de que hablamos, pero nadie lo puede definir. Usamos palabras que nos sugieren, pero no lo podemos explicar”, concluye Josep Pons. 

Josep Pons | “Quiero la música que me obliga a hacerme preguntas, porque el conocimiento también llega con la música”

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