Juan Carlos Galindo | “Baltimore es nada comparado con Salamanca, pero ellos no tienen prejuicios para mostrarla”

Ayer visitó A Coruña para presentar ‘Muerte privada’, su nueva novela y la segunda parte de un proyecto que ha denominado ‘Segovia noir’. El autor tiene claro que las historias de Jean Ezequiel continuarán y que seguirán situándose en la urbe del acueducto
Juan Carlos Galindo | “Baltimore es nada comparado con Salamanca, pero ellos no tienen prejuicios para mostrarla”
Juan Carlos Galindo, ayer en el Finisterre | Quintana

El ‘Segovia noir’ prosigue el camino iniciado por ‘Hontoria’ hace escasos dos años. Ahora, Juan Carlos Galindo acaba de publicar ‘Muerte privada’, que ayer presentó en la librería Berbiriana de A Coruña.

 

Se encamina a crear un ‘Segovia noir’, al estilo de lo que ha ocurrido en Galicia o Euskadi.
Esa es la idea, crear algo así. Por ahora, soy el único exponente (ríe). En gran parte, esa es la gracia, que con la ciudad tan espectacular que es Segovia, que no hubiera muestras literarias, y en el género negro en concreto, me vino muy bien.

 

En los últimos años, el género negro nos está sirviendo para ver que España puede ser un lugar perfecto para emplazar novelas de este tipo.
Sí, eso es así. Hay ciudades espectaculares en todo el mundo y se aprovechan para escenarios de novela negra. Hay escritores muy buenos. Pero a mí me llamaba la atención que no hubiéramos tenido tanto impulso por mostrar esas ciudades cuando una de las grandes series de novela negra estadounidense, la que escribió Laura Lippman, está en Baltimore. Baltimore es nada comparado con Salamanca (ríe). Pero ellos no tienen prejuicios a la hora de mostrar todo lo que tienen o de convertir incluso la ciudad en un escenario maravilloso para la novela. Aquí, últimamente, se está haciendo tanto con la ciudad como con el rural.

 

¿Qué cree que nos falta para terminar de quitarnos ese prejuicio sobre nuestros espacios?
Yo creo que, más o menos, nos lo hemos quitado ya. No sé si del todo, pero, desde luego, una parte importante de ese fardo que llevábamos encima de no querer enseñar los paisajes urbanos o rurales y meter ahí novelas, sobre todo novela negra, creo que nos lo hemos quitado. Al principio era solo Madrid y Barcelona, pero ahora ya hay una buena geografía distribuida por todos los puntos de España con novelas interesantes.

 

Ha creado el personaje de ‘Muerte privada’ de cero, pero lo ha vestido con muchos detalles suyos.
Sí, claro (ríe). Le daba cosas mías, como la vestimenta, el gusto por la cerveza, el café solo con hielo... y otras cosas que no. Hay como un juego de dobles. Por ejemplo, yo nunca he cubierto un suceso, pero me apetecía hablar del periodismo de sucesos, me apetecía hablar del periodismo sin que sea una novela de periodistas, de manera fundamentada, que a veces no ocurre. También le doy al personaje cosas que me hubieran gustado, como el piso en el que vive, un ático con vistas a la catedral de Segovia (ríe).

 

Ha trabajado muchos años en el periodismo cultural y ligado a la novela negra. ¿Ayuda a la hora de crear su propia obra?
Pues mira, ayuda y no (ríe). Desde un punto de vista consciente, no he cogido nada de nadie, aunque tengo influencias claras de novelas y novelistas que me gustan mucho. Me gustan los diálogos de Alicia Giménez Barlett, intento darle esa chispa. Me gusta mucho lo que hacía Domingo Villar con Leo Caldas en Vigo, que es novela mediterránea pura aunque fuese en el Atlántico. Me gusta ese tipo de novela de investigador que camina por las ciudades, que intenta entender el mundo a través de los bares y de los sitios de la gente común y de investigaciones más tranquilas. Luego me han influido seguro cosas que me gustan mucho, el procedimental de Michael Connelly, la emoción que le da Dennis Lehane a las novelas...

 

¿Cogió algo de alguno de ellos?
Mira, lo que sí hice conscientemente fue evitar ciertas cosas, que sí que conozco y que vienen de la lectura: exceso de violencia, escenas de sexo absolutamente innecesarias, mucha víscera, demasiado guion, el personaje superintuitivo, machote... todo eso lo quería evitar. Eso era consciente. La parte de lo que no quería hace estaba clara, me faltó hacer un decálogo (ríe).

 

¿Y tras ‘Muerte privada’, qué toca?
Una tercera de Jean Ezequiel. Otra vez en Segovia. Y ver luego que pasa. 

Juan Carlos Galindo | “Baltimore es nada comparado con Salamanca, pero ellos no tienen prejuicios para mostrarla”

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