El Nazareno de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro volvió a atravesar la Ciudad Vieja entre la emoción de los cofrades y el respeto de los asistentes que, un año más, se echaron a la calle para vivir el Jueves Santo. Junto a él, el paso de Nuestra Señora de La Amargura, que también procesionó desde la Orden Tercera.

La talla del Nazareno, del siglo XVII, hecha en madera policromada por la escuela de Pedro de Mena, la portaron varios hombres, mientras que la de Nuestra Señora de la Amargura, con vestimenta bordada en oro y que data del XIX, la llevaron varias mujeres, escenificando el dolor de María acompañando a Jesús al Calvario. El paso, que representa el dolor de la virgen con su corazón traspasado por siete puñales, muestra la antesala del sufrimiento que representa el Viernes Santo y que, una vez más,  volverá a verse en A Coruña. 

La agenda se abre a primera hora con el Vía Crucis Penitencial y seguirá con el Santo Entierro, que incluirá el ‘encuentro’ en María Pita, y la procesión de Nuestra Señora de las Angustias.