Los Reyes Magos cumplieron con su cometido anual y repartieron regalos en todos los hogares. Con echar ayer un simple vistazo a las calles se podía presuponer que los más pequeños de la ciudad se habían portado bien el año pasado, ya que no había rastro de carbón en sus manos. Al contrario, los patinetes, balones, carritos de bebé, patines, muñecas y bicicletas fueron los claros protagonistas de una soleada jornada que también contó con otro clásico: las colas para comprar el roscón de Reyes. 

Como ya ocurrió durante las pasadas 48 horas, Flory y Glaccé hicieron las delicias de los coruñeses que desde antes de la apertura de las confiterías ya esperaban en su exterior. “Vine a las 08.30 horas y, aunque hace frío, en cuanto pruebe el roscón con el café no me voy a arrepentir de haber hecho cola”, decía ayer José Luis, al que tan solo le quedaban cinco personas para acceder al interior de Glaccé, en la calle de Menéndez y Pelayo.

El clásico roscón sin relleno ni cobertura continúa siendo el preferido por la mayoría de coruñeses, aunque cada año hay nuevas tendencias que cobran fuerza. Es el caso de Habaziro de Pablo Morales, que hace cuatro días anunció en sus redes sociales que ya no aceptaría más encargos, aunque intentaría elaborar un mayor número de estos dulces para tener a disposición de los clientes en sus establecimientos. 

A primera hora de la mañana de ayer también estaba en Glaccé Sara, pero más alejada de su destino. Llegó a Juan Flórez a las 09.30 horas “porque me quedé dormida”, y es que su intención era “plantarme aquí a las 07.30”. En cuanto llegase a casa con el roscón, aseguró, desayunaría con sus hijos mientras estos jugaban con el Tamagotchi que Sus Majestades de Oriente le habían dejado bajo el árbol. 

Curiosamente este es uno de los productos más demandados por los niños coruñeses y esta semana era prácticamente imposible hacerse con uno en las jugueterías. Los nombres más repetidos en todas las cartas a los Reyes Magos no sorprenden a nadie. Harry Potter, Pokémon, Star Wars o Sonic se llevaron la palma, además de las películas ‘Avatar’, ‘Encanto’ o ‘Guardianes de la Galaxia’ en versión Lego, entre otros. Los bolsos interactivos de animales, los videojuegos, Bluey, La herencia de la tía Agata, Magic Mixie, Casa Gabby y Caca Chaf fueron otros de los más cotizados.

Fin de semana alargado

Este año los niños podrán disfrutar de sus nuevas reliquias más de lo normal, y es que, a diferencia de otros años, las clases se retomarán el lunes, día 9, al coincidir el Día de Reyes en viernes. Un puente de diversión y magia que llenará los hogares de alegría durante más tiempo.

 
Esto también beneficiará a los mayores, y es que según las jugueterías, dos de cada cuatro juguetes que se venden a nivel nacional son para adultos. Tendrán, por lo tanto, una oportunidad de oro para sentirse como niños este fin de semana. Otros muchos aprovecharán lo que queda de vacaciones para desmontar el árbol de Navidad y meterlo en una caja hasta el año que viene, con pena y tristeza por dejar atrás la temporada más especial del año, y es que, aunque Nochebuena es una celebración a nivel internacional y da pie a la primera gran reunión de las fiestas, la noche de Reyes, con su previa cabalgata, continúa ganando protagonismo y dejando momentos de nostalgia y alegría en todas las casas.

Crucero

El muelle de trasatlánticos recibió este jueves una doble escala. El lujoso ‘Bolette’ y el ‘Spirit of discovery’ atracaron en A Coruña en la víspera de Reyes, y en el caso del segundo, pasó la noche en la ciudad con sus mil pasajeros en el interior, para partir a las 15.00 horas de ayer. El barco, que pertenece a Saga Cruises, cuenta con un gran atrio central y una monumental escalera, además de comedores, salones y un teatro con capacidad para 444 personas. 

El puerto, por lo tanto, regaló a los coruñeses la posibilidad de disfrutar del ‘Spirit of discovery’ mientras sacaban los juguetes a la calle. El buque ya se podía observar desde La Marina mientras las carrozas de la cabalgata desfilaban a última hora del jueves, y sus cruceristas se sumaron a la celebración. Muchos de los niños llegaron ayer a La Marina con sus patinetes y carritos, mientras que sus padres se deleitaban con unas vistas privilegiadas.