Los cuatro únicos detenidos por el alijo récord de 7,2 toneladas en una nave del polígono Espíritu Santo, en Cambre, fueron puestos en libertad ayer. Esto indica que la investigación no los considera actores principales en la trama de narcotráfico. Fuentes policiales consultadas señalan que puede ser difícil incluso probar su implicación, puesto que es necesario demostrar que sabían que dentro del cargamento de atún que guardaban en la nave congeladora se ocultaba una enorme cantidad de cocaína.
Fue la propia Policía Nacional al que decidió ponerlos en libertad. El Juzgado de Instrucción número 7 se encontraba de guarida pero no se trata de una investigación judicializada. Es decir, tutelada por un juzgado, sino que solo se alertó a la sala en caso de que se decidiera pasar a disposición judicial. De haber sido así, el juez habría podido decidir si los delitos de los que se les acusa y otras circunstancias eran lo suficientemente graves como para enviarlos a prisión, y en que condiciones (si era comunicada o si con fianza). Pero no se ha llegado tan lejos.
Se supone que el alijo viajó desde el puerto de Vigo hasta el polígono de Cambre, y que ya estaba vigilancia en cuanto el barco en el que viajaba atracó en Galicia. El cargamento viajaba en un cargamento de atún y se almacenó en una nave de productos congelados. Si la investigación no permite determinar que los cuatro detenidos, trabajadores de la empresa, conocían que dentro del contenedor había algo más que pescado, presentar cargos resulta difícil.
Por frustrante que parezca, no es la primera vez que se intercepta un cargamento de cocaína sin que acabe nadie en prisión: en septiembre del año pasado se localizaron 878 kilos de esta sustancia pegadas al casco de un carguero chino. La Guardia Civil tampoco pudo probar que la tripulación del mercante estaba al corriente y no se produjo ninguna detención.
“Lo importante es que se han retirado 7,2 toneladas de las calles”, apuntan fuentes policiales. En esa misma línea se expresaba el miércoles al subdelegada del Gobierno, María Rívas, cuando felicitaba a los agentes actuantes. “La operación sigue abierta”, había señalado Rivas, que ha apuntado a que todavía se desarrollaban “una serie de registros”.
La subdelegada recalcó que “es uno de los operativos más importantes no solo a nivel gallego sino a nivel estatal” y lo ha comparado con el narcosubmarino de Aldán (Pontevedra), que fue muy relevante en su día y del que se obtuvieron tres toneladas de droga.
Todavía no se puede decir que la investigación haya llegado a un punto muerto pero, sin más arrestos, todo parece indicar que no se conseguirá desarticular a la organización responsable del envío. Expertos consultados señalan que no se puede descartar una nueva ruta. “Los traficantes siempre están buscando lugares por donde introducir la mercancía, y las rutas que están muy vigiladas las evitan”.
Esto demuestra, en todo caso, la gran cantidad de droga que consiguen introducir los narcos en el país. Este envío podría tener como destino el consumo nacional o podría haberse enviado a otro país de Europa. Por el momento, no ha trascendido ningún dato en ese sentido.