No pudo elegir mejor bautizo para la gira de su primera aproximación a la ciudad el portorriqueño Luis Fonsi, quien no solamente abarrotó la plaza de María Pita, sino que en el ambiente logró esa conexión mágica que hace levitar un concierto y llevarlo a lugares más allá de la simple experiencia musical. El tour Noche Perfecta hizo su tercera parada española.
Y es que la penúltima actuación de las noches de María Pita comenzó mucho antes de la puntual salida del músico a las 22.00 horas. Se remonta a primera hora del día, con la paciente cola de decenas de fans desafiando a la constante amenaza de lluvia. Continúa con la llegada al ensayo a media tarde, con la sorpresa incluida de la cantante Miriam Rodríguez. Luis Fonsi se maneja a la perfección en la distancia corta. Regaló sonrisas y selfis en una cantidad acorde con el esfuerzo e invitó a subir al escenario a la ferrolana Miriam Rodríguez a cantar uno de sus temas con él.
Respetó la climatología justo hasta una hora antes del comienzo. En el decimoquinto día, el primer concierto pasado por agua de todas las Fiestas de María Pita. Lejos de restarle emoción, no hizo sino aportar épica a la cita. Puntual, Luis Fonsi acudió a la cita ante una legión de chubasqueros, paraguas y entre gritos de emoción. En la hora y media larga de recital podría haber prescindido de los coros. Todas y cada una de las canciones que repasaron su trayectoria se hicieron tuvieron acompañamiento popular hasta casi dejar en segundo plano la voz del portorriqueño.
Desde ‘Aquí estoy yo’, ‘Corazón en la maleta’ o ‘Nada es para siempre’ transitó a las más recientes ‘Dolce’, ‘Date la vuelta’ o ‘Vacío’. Entre medias, una profesión de amor mutuo que sonó más que creíble en boca del que fue artista más reproducido en medios digitales. Su himno, ‘Despacito’ se quedó para un cierre épico, con altas cotas de emoción, histeria colectiva y, sobre todo, sonrisas. Porque Luis Fonsi hizo feliz a mucha gente.