Esta semana, los vecinos de O Martinete vivieron emocionados el comienzo de las obras de demolición de la estructura de ladrillo que durante años había sido refugio de toxicómanos que causaban toda clase de problemas. La asociación Monte Martelo, que los representa, espera que esta demolición sea el punto de partida para construir un nuevo barrio, levantando en su lugar un parque que tendría como columna dorsal el río Monelos.

La idea es humanizar parte del curso que queda oculto, de unos trescientos metros de largo, para convertirlo en un parque, una especie de paseo fluvial que sirva para conectar varias zonas de la periferia entre sí. El proyecto se presentó en los presupuestos participativos, y tuvo una gran acogida. En mayo de 2021 se presentó en la Facultad de Caminos y recibió el apoyo de las asociaciones de vecinos cercanas, como las de Eirís, Palavea, Birloque, Mesoiro y Elviña.

Sin embargo, la falta de subvenciones europeas  (en 2023 estuvo cerca de conseguir una ayuda de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica) mantiene paralizado el proyecto. Por eso los vecinos pidieron a la alcaldesa, Inés Rey, que construyera sobre el solar de 1.100 metros cuadrados del edificio demolido una zona verde. Sería un primer paso excelente, como señaló el portavoz, Amar Basic. El objetivo va mucho más allá y esperan recuperar 70.0000 metros cuadrados junto al río Monelos, que pasaría a ser el centro del Parque Ciudad, como denominan al proyecto.

Desde 2016

En realidad, recuperar el río Monelos, que antaño marcaba los límites del municipio de A Coruña, llevaba planteándose desde tiempo atrás. Quien despertó el interés del público por este antiguo curso fluvial fue la cineasta Ánxeles Huerta, que rodó en 2016 el documental ‘Esquece Monelos’, en el que recorría parte del curso de este río, que nace y muere en el término municipal coruñés. Huerta, que empleó el caudal como una metáfora del olvido, rodó imágenes del curso subterráneo y recogió testimonios de personas que lo conocieron a cielo abierto.

El río Monelos tiene dos ramas principales. Una nace en Feáns, cerca del cementerio, donde fue utilizado en su época para proporcionar agua a cerca de veinte lavaderos públicos. La otra surge en el lugar de A Furoca, muy cerca de los pilares de la carretera de acceso a Punta Langosteira. El Monelos es íntegramente coruñés, y cada vecino parece sentir la necesidad de bautizar sus aguas: así, en Feáns lo llaman el rego de Beneirón o de Campos, y a su paso por Mesoiro es, claro, el río Mesoiro, al igual que cuando llega a Monelos es el río Monelos.Tras Mesoiro, continúa paralelamente al polígono de Pocomaco,  desaparece bajo la carretera y luego reaparece en O Martinete.

Es en esta zona, la denominada Monte Martelo, donde los vecinos querían crear su parque, que daría servicio a todo el barrio. El Monelos parece luchar por conservar por tramos la memoria de una A Coruña más rural, en la que las mujeres bajaban a sus orillas a lavar la ropa, y donde se podía pescar. Justo en A Grela hay un pequeña zona, oculta al tráfico por las naves industriales, donde hay viejas casas de piedra y animales pastando que parecen incongruentes en medio de un polígono comercial. Luego continúa por la Segunda Fase de Elviña, Monelos, A Cubela y A Gaiteira. En el último trecho ya todo el mundo lo conoce como el río Monelos.

Límite municipal

Quizá precisamente porque el curso fluvial remitía a otra época, a un modo de vida más rural, se decidió enterrar en vida al Monelos. Antaño había sido el límite entre los municipios de A Coruña y de Santa María de Oza. En el campo de fútbol del Corralón, el primero en el que jugó el Deportivo, cada vez que el balón salía  por el muro que había tras una de las porterías acababa en sus aguas.

A medida que se añadía capa tras capa de asfalto, el río se convertía en una zanja, un obstáculo para el tráfico de personas y los cada vez más numerosos vehículos y las aguas residuales se verían en su curso, contaminándolo. En 1966 se decidió soterrarlo y el Monelos desapareció sin más de la vista de los coruñeses.

Sin embargo, su memoria permanece, tanto en el callejero, donde se le dedica la calle que sigue su curso, como en su cruce con Alcalde Marchesi, donde recientemente se instaló un estanque con pavimento azul para recordar a todos los peatones que transitan por allí que bajo sus pies también circulan las aguas.  

En 2019 surgió del CartoLAB (el Laboratorio de Ingeniería Cartográfica) el proyecto Monelos River Revival en la Facultad de Caminos, de la ingeniera Amal Nnechachi que tenía como objetivo definir los métodos que serían necesarios para recuperar la cuenta del río. Es imposible conseguirlo totalmente, pero existen algunos tramos donde es posible actuar urbanísticamente. “La idea general es reintegrarlo dentro de la ciudad y que forme parte del anillo verde y como elemento de continuidad el río es protagonista. Como corredor, como elemento de infraestructura verde”, explica esta ingeniera.