Desde hace dos años, el Grupo de Tráfico Medio de la Udyco (la Unidad de Droga y Crimen Organizado) mantiene la presión contra los puntos negros de venta de droga que salpican el mapa de la ciudad. Sin embargo, se resisten a desaparecer. Uno de los más importantes se encuentra en Camino de la Iglesia, en Monelos. se trata de uno de los más antiguos de la ciudad y de los principales puntos de menudeo de heroína.
Una prueba de la actividad en el punto negro de Camino de la Iglesia es que en el vecino parque de Oza suelen aparecen jeringuillas vacías. La Fundación Érguete recogió 343 en los primeros meses del año, más del 84% del total recogido en la ciudad (también actuaron en otros puntos como el Millennium, o la avenid ade Finisterre, O Martinete o el polígono de AGrela).
A los vecinos de Monelos, no les sorprende en absoluto. Llevan años denunciando el problema. La presidenta de la asociación del barrio, Carmen Beiroa, asegura incluso que ha empeorado.
“Seguramente, esas jeringuillas son de clientes de ese punto negro, sin duda. Hay mucho movimiento. Ha aumentado un poco, la gente que pasa por aquí, y gente bastante joven, además”; señala. Por otro lado, el problema del narcotráfico se prolonga desde hace décadas, prácticamente desde que se construyeron los pisos sociales contiguos a la iglesia de Santa María de Oza.
La Policía Nacional ha realizado varias redadas en ella a lo largo de los años y practicado varias detenciones, pero nunca ha cesado la actividad, y el trasiego de toxicómanos que entran y salen, silbándoles a las ventanas. Esto genera problemas de convivencia, como señala Beiroa: “Siempre hay alguna cosita, te piden dinero (que ni es para el bus ni para un bocadillo) y molestan un poco a la gente”.
Por otro lado, los vecinos reconocen que la presencia policial es constante: “Sin duda ninguna. Vienen a menudo y se ponen de guardia”. En este sentido, tanto la Policía Nacional como la Local patrullan la zona, pero esto no parece haber entorpecido el tráfico de drogas, que ha convertido Monelos y el vecino barrio de O Castrillón en una de las zonas donde se consume más droga de toda la ciudad.