La actuación de la Guardia Civil de la semana pasada en Meicende, en la que han desarticulado el clan de la Mora, pone de nuevo de relieve el esfuerzo de las autoridades por acabar con los puntos negros de venta de droga que salpican la ciudad y sus alrededores. La operación Morochos, como se ha bautizado, coincide en el tiempo con otra realizada por la Policía Nacional, la operación Madeja, en la que se ha acabado con otro punto negro de tráfico de venta de heroína que existía en la zona de O Ventorrillo y As Conchiñas y demuestra la presión que están realizando las autoridades sobre los conocidos como narcopisos. El clan de la Mora era de los más importantes y antiguos del área metropolitana, operaba desde los días del complejo de Penamoa, aunque las autoridades consideran que existe otro, más organizado todavía, con base en los Arcones, en Orillamar.
A lo largo de los años, la Policía Nacional ha propinado varios golpes contra este punto negro. En junio de 2013, por ejemplo, detuvieron a una banda que traficaba con heroína, y que repartía la droga en pajitas de plástico. Su jefe operaba desde los Arcones y enviaba a sus secuaces con la heroína a través de varios intermediarios (a una mujer se le encontraron 136 pajitas dentro de un preservativo en su vagina) pero consiguieron detenerle. A él y a varios sospechosos más, pero todo ese trabajo quedó en nada cuando los soltaron a principios de este año: el motivo fue dilación indebida. Habían tardado demasiado en juzgarlos.
En junio de 2018, la Policía Nacional irrumpió otra vez en los Arcones, en una masiva operación que culminó con 30 detenidos. La banda de Orillamar había hecho de todo el barrio de Monte Alto su coto particular, según la Jefatura Superior de la Policía Nacional. No solo se traficaba en las viviendas sociales de Orillamar, sino que el clan tenía cinco pisos repartidos por todo el barrio desde donde vendían estupefacientes.
Desde entonces, no se ha realizado ninguna gran operación contra los Arcones, aunque los investigadores consultados están convencidos de que sigue habiendo actividad. “No hay más que pasarse por allí para verlo, controlan siempre quienes entran y salen”, comentan.
En 2021, se consiguió desarticular otro clan, este en Os Mallos, donde se detuvo a nueve personas en una operación que empezó investigando un bar donde se traficaba y acabó descubriendo una organización que abarcaba varios barrios. Fue en febrero cuando comenzaron las detenciones. El cabecilla había adquirido doce inmuebles por toda la ciudad. Otro clan sobre el que han actuado fue en Monelos, en la calle Vicente Aleixandre, en donde se detuvo a dos sospechosos por tráfico de drogas (cocaína y heroína). Es un punto negro habitual y las viviendas se encuentran en el punto de mira de la Policía Nacional.
En muchas de estas operaciones no se confiscan grandes cantidades de droga. El mismo día que los guardias civiles irrumpían en los números 33 y 37 de la calle Touriñana de Meicende, el Ministerio de Interior anunciaba la mayor incautación de drogas de la historia de España: 13 toneladas de cocaína en un contenedor descubierto en el puerto de Algeciras. Comparado con esta cantidad desmesurada, los 400 gramos de cocaína intervenidos esta semana por la Policía Nacional o las dosis que hallaron los guardias civiles parecen insignificantes.
Sin embargo, más allá de tratar de interrumpir un flujo de droga que parece imparable, cerrar un simple punto de venta puede tener un efecto mucho mayor sobre la seguridad ciudadana. Por lo menos, tal y como la perciben los vecinos. Fuentes de la Guardia Civil reconocen que se sintieron impresionados por la reacción vecinal ante el cierre del punto negro de Meicende. “Estaban muy agradecidos, todos nos daban las gracias”, explican.
La alegría estaba empañada, sin embargo, por el temor a que el cierre del punto negro sea solo temporal. Las fuentes consultadas lo consideran poco probable. Cinco de ellos han ingresado en prisión, donde ya estaba la propia Mora, y solo dos quedan fuera. Ninguno forma parte del núcleo duro, y consideran que no serán capaces de reconstruir el clan más conocido de la ciudad.
CRONOLOGÍA |
2013 Actuación en los Arcones. La Policía Nacional consiguió detener a varios sospechosos que repartían heroína en pajitas por todo Monte Alto |
2018 Gran operación. Se actuó en los Arcones en uno de los mayores despliegues policiales contra el tráfico de drogas que ha visto la ciudad |
2021 Os Mallos. Las autoridades detuvieron a un clan que vendía heroína y cocaína, y cuyo cabecilla había comprado doce pisos |
2024 Monelos. La Policía Nacional actúa contra el punto negro de Monelos, donde ha golpeado varias veces en los últimos años con redadas |
2024 Meicende. La Guardia Civil da por desarticulado el clan de la Mora, que había estado traficando desde los tiempos del poblado de Penamoa |