Los niños 'echan' a los mayores de la plaza Elíptica de Los Rosales

Los niños 'echan' a los mayores de la plaza Elíptica de Los Rosales
Los operarios llevan toda la semana trabajando en la remodelación del parque | Javier Alborés

La convivencia intergeneracional en Los Rosales se ha situado a la cabeza de las preocupaciones vecinales, hasta el punto de reconfigurar la distribución de las zonas verdes y los parques al aire libre. Y es que, detrás de la llamativa retirada de los aparatos biosaludables de la plaza Elíptica, se esconde una historia mil veces llevada a la ficción y tan vieja como las propias calles: la disputa por una zona de juegos en el parque público. Y las necesidades de los más jóvenes y los mayores chocan frontalmente.


Por un lado, los más veteranos del barrio habían encontrado en esos aparatos biosaludables instalados por el Ayuntamiento una forma diferente de ejercitarse al aire libre, una especie de gimnasio al aire libre y a la puerta de casa. Por el otro, la ubicación de las máquinas hasta ahora, en el medio y medio de la plaza, partía por la mitad el improvisado terreno de juego para las pachangas infantiles y juveniles. Dos necesidades y situaciones de difícil conciliación y que en más de una ocasión ha provocado discusiones en la línea de la canción de Serrat ‘Esos locos bajitos’. Con la pelota, los niños tenían que sortear a sus mayores en plena faena, y no siempre con la mejor destreza. “Hubo sus más y sus menos más de una vez”, reconoce Fernando Carrillo, presidente de la asociación vecinal.


La situación no es distinta a las riñas de verano en los arenales, cuando las ganas de jugar y las de descansar convergen y el desenlace habitual es una amenaza con ‘secuestrar’ el balón hasta nueva orden. La solución en este caso ha sido mover los aparatos unos pocos metros, hasta una plaza cercana, para que los dos grupos de edad puedan ir a lo suyo sin molestar a nadie, ni tampoco molestarse entre ellos. El Ayuntamiento ha accedido a la petición vecinal y ha trasladado los biosaludables unos 50 metros, a una pequeña plaza situada entre las calles del Alcalde Suárez Ferrín y la de Emilio González López. De hecho, se forma parte del proceso de adecuación y modernización de la misma: más bancos, más árboles y también zonas verdes relucientes.


Satisfacción 

Las máquinas de ejercicio se habían convertido en un quebradero de cabeza, hasta el punto que su retirada es una de las demandas más viejas de la asociación de vecinos. “Llevamos once años insistiendo”, dice su presidente. “Ya cuando las instalaron pedimos que no fuera en esa zona, porque estorbaban para la celebración de fiestas o para que los niños pudieran jugar al fútbol”, añade Carrillo. 


La retirada fue acogida con sorpresa y satisfacción por los residentes, que a través de las redes sociales de la asociación vecinal recordaron la larga espera: “Tras máis de dez anos solicitando o traslado dos biolsaludables do medio da praza, por fin hoxe vemos cumprida unha das nosas demandas”.


Y es que, más allá de riñas o disputas al estilo de “quien gane se queda el campo”, la plaza Elíptica es también el corazón de la vida social y los eventos del barrio, como queda patente tanto en las fiestas como en carnavales.

 

Los niños 'echan' a los mayores de la plaza Elíptica de Los Rosales

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