Fijado como tema urgente para la asociación vecinal casi desde la superpoblación del barrio, el transporte, la movilidad y la conexión con el centro de la ciudad siguen trayendo de cabeza a los residentes en Novo Mesoiro. Tras los infructuosos intentos de gozar de una segunda línea de bus urbano, y con perennes quejas respecto al funcionamiento de la existente, la estrategia ha pasado a ser de vigilancia y marcaje al milímetro, y de esta forma concienciar a las autoridades sobre esa necesidad de abrir la mano en la conexión con la periferia. Según el último estudio hecho público por parte de los usuarios y vecinos, la línea 21 de Tranvías registró durante el pasado mes de abril más de 300 retrasos, la mayor parte de ellos leves, pero un tercio, casi 100, superaron los 5 minutos y alcanzaron en algunos casos los 18.
Ni es algo nuevo ni parece tener solución a corto plazo, pero la asociación vecinal se ha marcado como objetivo ser insistente hasta persuadir. Y es que en muchos casos a los afectados les afecta al bolsillo. “Nos mandan un montón de mensajes privados de retrasos en la llegada a los puestos de trabajo o a citas médicas”, explica el presidente, Víctor Lamela. La primera reacción de un jefe o un médico al que le llegan tarde podría ser eso de ‘por qué no cogiste el anterior’, pero la realidad es mucho más complicada, especialmente a primera hora y en el momento de regresar a casa. “Durante el último mes se ha vuelto a quedar gente en tierra por no haber sitio en el bus que querían coger”, subraya.
Al igual que en meses anteriores, la asociación vecinal ha remitido el informe a todos los grupos políticos de la ciudad.
Tranvías Coruña afirma que el informe es fruto de “algún tipo de error en la monitorización” y, respecto a los 23 retrasos denunciados el día 30 de abril, “sólo se produjeron 2 incidencias y ninguna superó los 10 minutos”.
La concesionaria, que dice haber respondido con un refuerzo, recuerda que se trataba de víspera de festivo y que “los autobuses tienen que lidiar con el mismo tráfico que los vehículos privados”. Además, Tranvías afirma que las incidencias “reportadas por los usuarios han disminuido considerablemente”.
El sistema de vigilancia vecinal a la línea 21 se ha convertido en un trabajo minucioso y que ocupa buena de la jornada. “Monitorizamos a través de la parada y de los propios datos de Tranvías, porque los resultados los tomamos de la información que publican en su propia página web”, explica el presidente de los vecinos. Cada paso de cada bus queda registrado del primer al último día del mes y ese informe es remitido posteriormente a los grupos políticos. Por su parte, Tranvías Coruña asegura desconocer el método utilizado e indica: “Desconocemos la razón de las diferencias en las mediciones”.