Pocos barrios tienen un vínculo y un sentimiento tan fuertes hacia sus gatos como el Barrio de las Flores, donde la preocupación por la salud y el bienestar de los mismos van más allá de los domésticos y sitúa el día a día de los felinos callejeros entre las posiciones más altas de las prioridades vecinales. Así lo demuestra la comunicación permanente entre la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores tanto con la concejalía de Medio Ambiente como con las asociaciones encargadas de velar por el cuidado de los gatos sintecho. Es por ello que el paso dado por el Ayuntamiento, con la entrega de las dos primeras casetas, se convirtió en todo un motivo de celebración en la zona. Fue, junto al saneamiento, el mejor regalo por el Día Internacional del Gato. 

Es el Barrio de las Flores una especie de Nueva York felino: la densidad de población y el censo superan a las otra 18 colonias en las que está dividido el mapa municipal. Llegaron a ser 300, el pasado mes de diciembre algunos indicadores apuntaban a 148 registrados y, según los vecinos, son ya más de 200. Por eso, la instalación de casetas se había convertido en poco menos que una cruzada que se remonta a años atrás. “Las asociaciones llevan tres años detrás de las casetas, y en nuestro caso son al menos siete meses”, afirma Caluxa Barrientos, presidenta de la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores. “Hay una colonia de gatos viejos, que duermen debajo de los coches, y ahora al tener sus casetas sabemos que van a comer y tendrán un lugar para estar seguros”, añade la dirigente vecinal, que cree que en última instancia también afecta a la lucha contra las ratas. 

Saneamiento 
No son las ‘viviendas’ el único motivo de alivio tanto para los gatos como para los vecinos. Y es que el pasado mes de septiembre la asociación presidida por Caluxa Barrientos alertó de una plaga de garrapatas y pulgas que afectaba a los gatos, pero que también suponía una amenaza, por ejemplo, para los niños que jugaban en los parques en pleno verano. 

El Ayuntamiento puso en manos de Servigal la labor de saneamiento, y la solución se ha hecho esperar pero es ya toda una realidad. “Estamos contentísimos con la concejalía de Medio Ambiente, pero también con la labor de Servigal”, reconoce Barrientos. “Los gatos están todos desparasitados y la gente ya puede darles de comer”, prosigue en relación a las autorizaciones municipales, otorgadas a título personal a varios residentes, que permiten a éstos alimentar a los felinos callejeros. “La situación ha mejorado muchísimo de dos meses hacia aquí: gatos desparasitados, castrados y todo el mundo autorizado con su carnet”, finaliza una exultante Caluxa Barrientos.