A las 12.10 horas, un hombre que circulaba por la calle de San Agustín decidió estacionar junto a la plaza del Humor, que fue reurbanizada hacia unos meses. Sin darse cuenta, acabó cayendo por los escalones y el coche quedó inmoviizado, por lo que fue necesario que la Policía Local solicitara una grúa para retirarlo.
El conductor, un hombre mayor, se encontraba perfectamente, y el accidente no revistió mayor importancia, pero conviene recordar que no es la primera vez que sucede: el 13 de diciembre, un conductor portugués, desorientado, acabó entrando en la plaza del Humor, cayendo por el desnivel que separa ambas plazas y sin saber por dónde salir. La Policía Local también acudió al lugar entonces y le practicó un examen de alcoholemia.
Los mismos testigos señalan que aquel conductor, de origen portugués, había bajado desde la calle Pío XII hacia la calle Florida sin darse cuenta del desnivel que había y al no haber bolardo ni obstáculo de ningún tipo, cayó justo en medio de la plaza recién restaurada. Preguntada al respecto al día siguiente, la alcaldesa, Inés Rey, consideró que no era necesario mejorar la medidas, de seguridad, puesto que el suceso de diciembre había sido algo excepcional.