Entre las mil vidas que parecen reservadas para el Cine París, la última de ellas, un negocio a medio camino entre el ocio nocturno y la primera copa para un público adulto, está a punto de llegar a su fin. El actual grupo hostelero que gestiona la que fuera sala de cine más longeva de España lleva un año buscando relevo. Y el futuro será parecido, pero no igual.
Ahora mismo son dos las opciones principales sobre la mesa: una cadena nacional de restaurantes italianos o el asentamiento de una conocida marca de cerveza española que busca incrementar su presencia en el norte. Es esta última opción la que parece ganar más enteros y partir con cierta ventaja. El Cine París se convertiría en una especie de mercado de San Miguel con puestos temáticos y gastronomía, algo para lo que el inmueble ya está habilitado.