Es el futuro parque de Oza uno de esos temas que se han instalado en la agenda municipal y vecinal, sobre el que casi todo el mundo opina y acerca del cual existe una muy limitada cantidad de información real. Quizás por eso, y cansados de que existan teorías y conjeturas de todo tipo sobre el resultado final, la asociación vecinal O Castrillón-Urbanización Soto Iar convocó a las tres partes fundamentales que están llamadas a entenderse: los propios residentes, la junta de compensación y la concejalía de Urbanismo.
No hubo un entendimiento. Sería mucho pedir con la falta de información y con el estado “embrionario”, según reconoció la junta, en el que se encuentra el proyecto. No obstante, sí se mostró la voluntad de que fuese un punto de inflexión en el debate público y la propia asociación vecinal calificó el acto de “la primera de muchas” asambleas o reuniones para lograr puntos de acuerdo. Francisco Díaz Gallego, concejal de Urbanismo, comenzó por poner el acento sobre laa zonas verdes, la accesibilidad y la conexión con los espacios naturales limítrofes con el parque de Oza. Mostró su voluntad de que el conjunto “mejore la vida del barrio”. Acompañó su exposición de varias diapositivas que, si bien no clarificaron demasiado por tratarse de un proyecto del proyecto, sí tuvieron una extensa glosa.
Por su parte, los representantes de la junta de compensación reconocieron haber aprendidos “a palos” y entendido que debe ser “un modelo diferente”. Se habló de la reducción de la velocidad, de conectividad y movilidad. En el turno de dudas de los vecinos, entre los que se encontraba el nacionalista Francisco Jorquera, no faltó a la apelación a las polémicas 17 alturas que se proyectan para el parque de Oza. Se estableció en un diez por ciento el ratio de viviendas de protección oficial y se cuestionó sobre la conexión de Antonio Ríos con Casanova de Eirís, así como con la avenida de la Concordia.
El evidente crecimiento poblacional y cómo este encaja en el barrio, tanto a nivel servicios como de accesbilidad, fue el objeto de la mayoría de las cuestiones y matices. Desde la propia asociación vecinal se llamó a preguntar desde la certeza y no de la especulación o el dime y direte. En resumidas cuentas, según trasladará a su escrito de alegaciones la asociación vecinal convocante, se trata de que “los servicios, la seguridad y la movilidad” sean la prioridad para los habitantes que ya tiene O Castrillón. Fue la primera de muchas reuniones. Y duró casi dos horas.