La ola de robos a locales comerciales continúa. Ayer se produjo otro en la calle Zalaeta, en Nova Nails, un salón de uñas. Alguien rompió la luna de cristal con una rejilla de pluviales para entrar y llevarse la caja registradora en la madrugada del miércoles al jueves. Es exactamente el mismo modus operandi que el día anterior había seguido el ladrón que saqueó una tienda de moda, Mundo Vintage Gal, en Estrecha de San Andrés, en la madrugada del martes al miércoles.
La nueva afectada, María Guevara, había abierto su negocio hacía solo tres días y recuerda que precisamente el día anterior al robo había comentado el incidente en Estrecha de San Andrés. “Dije que me daba un grado de inseguridad, que lo de esa chica me daba mal rollo”.
Su presentimiento se hizo realizada cuando, alrededor de la una y media, hizo acto de presencia el ladrón. Las cámaras recogen como entonces rompió el cristal con una rejilla que protegía una boca de recogida de pluviales. El metal pesado rompió el cristal y quedó tirado en el interior. “El golpe debió ser muy fuerte porque lo tumbó todo por dentro”, explica Guevara. En efecto, hubo muchos destrozos.
Luego, en la grabación, se ve pasar a gente por la calle (se supone que aquello hizo que el sospechoso se retirara) y luego al ladrón regresar para colarse en el interior y llevarse la caja. No es que su delito le aprovechara demasiado. “Solo teníamos unas monedas, porque al escuchar lo de los robos decidimos no dejar dinero”, explica la afectada. De lo que no le libró fue de pagar los destrozos. “Cambiar la puerta nos va a costar 300 euros”. La pesada rejilla de hierro también rompió los escalones de acceso al local.
Aunque en los últimos días se han registrado varios robos a locales comerciales, fuentes de la Policía Nacional niegan que se pueda denominar una ola. Lo consideran más bien un leve incremento, a pesar del eco que ha tenido a nivel mediático. Sin embargo, más allá de las percepciones las estadísticas del Ministerio del Interior muestran un incremento claro de este tipo de delitos.
En efecto, los robos con fuerza en establecimientos y otras instalaciones que se han denunciado han crecido nada menos que un 57% en los primeros seis meses con respecto al mismo período de 2022, pasando de 100 a 157. Hay que señalar que este fenómeno no afecta a los robos en pisos, que han descendido considerablemente (un 25%) en los seis primeros meses de este año, pasando de 128 a 96.