El Día de los Santos Inocentes, tal y como se preveía, se llevó a pleno extraordinario y urgente (tanto, que no se convocó oficialmente hasta una hora antes) las ordenanzas fiscales y los presupuestos para el próximo año.  Se hizo con los doce votos en contra del PP y con los votos a favor del PSOE y el BNG, en el primer caso, y con la abstención del PP en el segundo. Así se aprobaron las cuentas municipales más expansivas de la historia, de 375 millones de euros. 

Por otro lado, también se aprobó, esta ve z por unanimidad, crear una sociedad limitada para gestionar la Ciudad de las TIC. En un asunto más, una modificación técnica para la subvención del Gobierno central de la Intermodal, el BNG se abstuvo, pero se aprobó igualmente, con los votos del PP. 

Por lo demás, fue un pleno mucho menos bronco que el anterior, donde la alcaldesa, Inés Rey, llegó a ordenar la expulsión del portavoz de la oposición, Miguel Lorenzo,  al final de la sesión. Si hubo alusiones a este hecho, tanto por Francisco Jorquera del BNG, como por Roberto Rodríguez del PP, pero ya todo estaba hecho: A Coruña, por primera vez desde 2015, tendrá presupuestos en tiempo y forma. 

En los anteriores quince días se habían presentado alegaciones. Según Jorquera, la más relevante, “é o incremento da dotación ao Consorcio para a Promoción da Música en 250.000 euros a respecto das previsións iniciais”. De esta manera se potencia la programación educativa de la Orquesta Sinfónica y la Escuela Municipal de Música”. Por su parte, Lorenzo criticó que solo se aceptara una de las 600 alegaciones enviadas por el PP.

También se aprobaron las cuentas generales del año pasado. Que los nacionalistas la apoyaran con sus votos no les impidió formular considerables criticas, como que el remanente de tesorería es el menor de los últimos años, o que exista una situación de desequilibrio patrimonial y financiero, dado que los recursos permanentes no financian la actividad ordinaria. Es una evolución negativa desde 2020. 

Además se aprobó una adenda a un convenio de marzo de 2022 entre ADIF, Xunta y Ayuntamiento sobre las obligaciones para la futura terminal de autobuses de la intermodal.  Esto ha permitido aumentar las plazas de aparcamiento de 350 a 575. El objetivo es que lo usen no solo los usuarios de la estación, sino también los residentes del barrio. ADIF asume el sobrecoste de al ampliación del aparcamiento, de 1,8 millones de euros. El BNG se abstuvo, pero se aprobó gracias a los votos del PP y el PSOE.