Ahora sí que, tal y como advirtió Amaral en el Recorda Fest, no quedan días de verano. Ni siquiera los intentos por negar la realidad en forma de carnaval estival. Tampoco el epílogo soleado a cuatro meses llenos de nubarrones. Nada consuela a aquellos a los que el humor les va en el buen tiempo, ni tampoco a unos hosteleros que esperan cuentan las horas para dos fechas más o menos lejanas en el horizonte: Halloween y, en algunos casos, las navidades. Algunos previsores han querido evitar colas y coger sitio preferente en sus lugares favoritos, en los que ya hay reservas.

Solamente el horario ampliado, el tirón de la ciudad como refresco a las olas de calor, o ciertos momentos puntuales y musicales salvaron lo que de forma unánime está considerado el peor verano en años para la hostelería. Atrás queda el furor postpandemia y la olímpica capacidad para superar récorda de recaudación como si de un listón de Duplantis se tratase. “Hasta que se acerquen más las navidades va a ser un mes muy duro”, advierte Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña. Entre los motivos principales está esa desazón de quienes mirar la cartera o la cuenta después de toda buena fiesta. “Los escesos del verano se notan mucho y la hostelería es el primer sitio por donde se recorta. Además, también está la vuelta al colegio y el gasto de los padres”, dice. 

En la misma línea lo valora Álvaro Victoriano, presidente de Coruña Cocina y del grupo Peculiar. “Estamos en general todos a un nivel más flojo de lo habitual y ha sido un año por debajo de lo esperado, principalmente por el poder adquisitivo de la gente”, lamenta. 

Futuro 

Sin embargo, y a pesar de que la fiesta es una de las primeras sacrificadas, por delante aún quedan las dos fechas más importantes del año, especialmente para el ocio nocturno: Halloween y Fin de Año. Y no solamente las fiestas temáticas, sino las reservas de cenas empiezan a proliferar. “Tenemos un caso excepcional que, según salió de la comida de empresa el 15 de diciembre de 2023, ya reservó para diciembre de 2024. Además, en julio mucha gente antes de vacaciones ya nos dejó todo atado. Tenemos todo cubierto para naviades”, confiesa Alberto Boquete, responsable de La Mansión 1783 y presidente de los hosteleros de La Marina. “También nos están cerrando cosas para Halloween”, prosigue. También se ha movido el grupo Pelícano, donde acostumbra a montarse el Halloween más multitudinario. Desde hace semanas su colaboración con el festival electrónico Wake Up anuncia un evento especial, aunque el principal tendrá lugar en Vigo con Ben Simms como estrella. Además, ya está proyectada la tradicional fiesta en la discoteca del puerto con disfraces y ambientación. 

La discoteca Chaston ya ha cerrado un operador que gestionará toda la venta de entradas. Se ha hecho con la totalidad de los tickets, también para la fiesta de Fin de Año. Ya está confirmado que habrá cuatro ambientes: infantil, juvenil. Chaston Classic y The Clab. Lo mismo sucederá con el Cine París, donde su gerente Emilio Ron habla de una “calma antes de la tempestad, porque todo el mundo ya se está moviendo para comprar”. De hecho, algunos establecimientos realizarán varias fiestas temáticas diferentes durante varios días para aprovechar el tirón de Halloween o Samaín, según se prefiere denominarlo.

Lo que es seguro es que, antes de la noche de Difuntos, a la hostelería y el ocio nocturno les tocará pasar un mes de miedo. Muchos, de hecho, contratan el paquete para el 31 de octubre y piden lo mismo de cara a la última noche del año.