El PP de A Coruña considera que el modificativo de crédito que el Ayuntamiento llevará al próximo pleno "deja de nuevo en evidencia la gestión desastrosa de Inés Rey, hasta tal punto que el Gobierno lo autoenmendó en la comisión de Hacienda dejando partidas de gasto “en el aire” dependiendo de la revisión de oficio de varias facturas, entre ellas la del Festival Womex, tras el informe del interventor".

Entre las altas, explican fuentes populares, figuran 2,3 millones de euros para pagar facturas de 2023 y que se imputan al ejercicio actual por servicios sin contrato y sin presupuesto: "140.000 euros correspondientes al Festival Womex que de momento se han visto obligados a llevar a revisión de oficio tras el informe del Interventor municipal que alerta de que se ha pagado a este festival un total de 881.000€ a través del Imce (521.000€), del Consorcio de Turismo (220.000) y del Ayuntamiento (140.000), por lo que es necesario aclarar este fraccionamiento; 1,57 millones de euros por el tratamiento de basura de Nostián, sin contrato desde hace cinco años; 60 facturas de Deportes por 560.000 euros para gastos que se prevén con tiempo y que deberían haber sido licitados, como el circuito CorreCoruña".

El modificativo incluye también, asegura el PP de A Coruña, 1,63 millones para pagar la subvención del bus urbano de este año, "porque ya se agotó la partida presupuestada para 2024, a pesar de que Inés Rey presumía de presupuesto más alto de la historia de la ciudad". "No tardó ni medio año en agotar los fondos para el bus, cuyo contrato acaba el 31 de diciembre y no estará adjudicado hasta 2026", critican.

Sobre las bajas para financiar el modificativo, "hay partidas de difícil justificación", valoran los populares, como "dos millones de euros para reparación de vías públicas, tras haber dado de baja otros 700.000 euros en el modificativo M1 aprobado antes del verano, tal y como están la mayoría de las calles de nuestra ciudad, con baches que son agujeros negros y con una necesidad urgente de pavimentación; 600.000 euros de la Renta Social, que se suman a los 300.000 euros que ya habían dado de baja en el presupuesto de este año respecto al pasado. Un nuevo recorte social que se une al de las becas comedor –más de 700 menores que se quedaron sin ayuda este año por falta de fondos a pesar de cumplir los requisitos o mil plazas menos en los campamentos municipales de verano; o 155.000 euros para proyectos de nuevas instalaciones deportivas, un lujo que el ayuntamiento no se puede permitir ante la necesidad de nuevas y el mal estado de e las actuales".