En un noviembre atípico en el que brilla el sol, los mercados coruñeses siguen todas las tradiciones. Tras meses de ausencia y después del fin de la veda, este martes se recibieron las primeras centollas de la temporada, que ya reinan en los puestos. En la lonja, reveló su presidente, Juan Carlos Corrás, se subastaron entre 3.000 y 3.500 kilos de este crustáceo a un precio que osciló entre los cinco y los veinticuatro euros, según calidad y tamaño.
Teri, de Pescados Teri Ceán, en la plaza de Lugo, asegura que los ejemplares que copaban los espacios de la plaza de abastos eran “buenos, tenían pintaza y el sabor es muy rico, espectacular fijo”. El martes se recibieron más machos que hembras, por lo que estos eran más baratos. El precio en este puesto oscilaba entre los 16 y 20 euros el kilo. El tamaño de momento no es el deseado, puesto que los de más peso eran de 1,5 kilos. En otros espacios de este mismo mercado, en el que los clientes trataban de encontrar los de mayor envergadura, los precios alcanzaban los 25 euros el kilo.
Los placeros prevén que las ventas aumenten de cara al fin de semana. En cuando a la excelencia de este marisco, aseguran que, en cuanto llegue el frío, “estará perfecto”. Como es habitual, en diciembre se incrementará su valor, pudiendo alcanzar hasta los 35 euros el kilo.
Muchos coruñeses aprovecharán las primeras jornadas de venta para comprar y congelar de cara a Navidad, aunque los comerciantes de este mercado recomiendan esperar un poco más y no precipitarse. En los puestos de pescados y mariscos, así como en la lonja, agradecen, a su vez, el buen tiempo. En el mismo periodo del año pasado la actividad en el mar había estado parada por sucesivos temporales, lo que provocó que gran parte de la flota estuviese amarrada y que la facturación cayese en un 50%.