Desde el viernes 19 de mayo hasta este 3 de julio, la captura del pulpo estaba prohibida en aguas gallegas, debido a que nos encontrábamos en periodo de veda de este producto. Este martes, casi dos meses después, el pulpo autóctono pudo verse de nuevo en los principales mercados de la ciudad, aunque fue de una manera tímida y a un precio algo más elevado de lo que sería habitual.
“Ya empieza a verse, sí, aunque no hubo demasiado en lonja y eso provocó que a los mercados tampoco llegase una gran cantidad”, explican desde el puesto de Ramón Farto, en la plaza de Lugo. Una de las razones que esgrimen es que muchos de los pescadores que se dedican de manera habitual a la recogida del pulpo han encontrado un mercado interesante en otros productos, por lo que pescarlo tampoco resulta ahora imprescindible para ellos. “Muchos pescadores que antes iban al pulpo ahora cambiaron a otras especies, como el besugo o la dorada. Eso hace que tengan más posibilidades y no siempre decidan ir a por el pulpo, y menos en este principio de temporada”, añaden al respecto.
Y es que hay que tener en cuenta que, al menos por el momento y de manera general, el tamaño del pulpo aún es algo menor del deseable. Eso también se notó en la cantidad que se podía ver en los diferentes mostradores en esta primera jornada de venta al público. “De momento, es pequeño”, admiten desde el referido puesto. Eso sí, que los amantes del pulpo no desesperen porque la situación cambiará a medida que avancen los días. “Poco a poco, irá habiendo más en las próximas jornadas”, aseguran.
Por su parte, desde el puesto de Mónica Mella, también reconocen que la cantidad no fue excesiva, aunque lo justifican diciendo que “hubo, en general, poca cantidad de todo”. Aún así, en este puesto el pulpo sí ocupaba un lugar más destacado y numerosos clientes lo demandaron durante toda la mañana. El precio, para el pulpo de un tamaño de en torno a los dos kilos, se situaba sobre 16 euros el kilo. Esa cantidad aumentaba si se superaba este peso, hasta alcanzar los 18 euros el kilo. Para los pulpos más pequeños, de un kilo o menos, el precio quedaba fijado en unos catorce euros por kilo, aproximadamente.