Quevedo en A Coruña: Érase un hombre a una generación pegado

Quevedo en A Coruña: Érase un hombre a una generación pegado
Quevedo, durante su actuación en el Coliseum / Javier Alborés

El paso de Quevedo por A Coruña trasciende los 90 minutos de su recital en el Coliseum y debe entenderse en clave fenómeno hasta el exterior mismo de las puertas del recinto. Que el cantante canario de adopción se iba a meter el público en el bolsillo sin abrir la boca lo dejaron intuir el ritmo de venta de entradas o el grito ensordecedor que siguió el apagado de las luces.

 

Colas Quevedo
Muchos asistentes tuvieron que hacer cola para acceder al Coliseum / Javier Alborés

 

Ni one hit wonder, ni canción del verano. Cerrar los ojos a un fenómeno generacional es caer en la misma ceguera de los padres de los padres que esta noche acompañaron pacientes a sus hijos al Coliseum. Se lleva Quevedo una recopilación de lo que sus fans llamarían facts: más de cien personas esperaron bajo la lluvia diez horas para lograr el mejor sitio, muchos de ellos faltaron a clase con la complicidad paterna y, los menos afortunados, juraron lealtad a su ídolo de puertas hacia fuera. Literalmente. Una legión de fans con el oído pegado a las puertas del recinto tarareaban los temas con la misma pasión que en el interior. Cuando alguien salía o algo se movía, solamente intuir la silueta de Quevedo les llevaba al borde de la lágrima de
emoción.

 

En lo estrictamente profesional, con solamente 21 años, Quevedo se enfrentó él solito a 90 minutos de show (más la prolongación, en forma de espera por un problema en los accesos). Al filo de las 22.20 horas puso fin a la espera y saludó con un escueto “buenas noches, A Coruña”. Suficiente.

 

Sin músicos ni bailarines sobre el escenario, y también sin demasiado speech entre tema y tema, el cantante ofreció un repaso que en ocasiones se hizo inaudible por el ensordecedor griterío de los fans. Pero él solo se bastó para sacar adelante el bolo con sobriedad, dando exactamente lo mismo que en las grabaciones, pero sin decepcionar a absolutamente nadie.

 

‘Yankee’ y ‘Necesito tu calor’ abrieron la veda del karaoke coral. “Hay gente que me sigue desde hace poco, pero también mucha gente que me sigue desde el principio. Vamos a escucharlos a todos”, dijo el canario. Y fue entonces cuando empezó a repasar su ya larga lista de colaboraciones, entre las cuales la de Lola Índigo y la ya icónica de Bizarrap se llevaron la palma.

Quevedo en A Coruña: Érase un hombre a una generación pegado

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