Más de 120 horas han pasado desde que la magistrada Elena Pastor le entregó al jurado popular el objeto de veredicto del juicio por el crimen de Samuel Luiz. Sus nueve integrantes llevan seis días incomunicados, bajo custodia policial, y nada se sabe sobre el avance del procedimiento. Podría ser en cualquier momento, incluido el día de hoy, domingo, cuando lleguen a una conclusión.
Lo cierto es que el proceso judicial fue largo, con sesiones que llegaron a alcanzar las seis horas de duración a lo largo de un mes. Pero la deliberación del jurado tampoco se queda atrás: ya se ha convertido en la más larga en la historia de un juicio en Galicia, al superar los cuatro días y medio del caso Asunta. El objeto del veredicto de Rosario Porto y Alfonso Basterra estaba compuesto por 21 preguntas, mientras que el texto consensuado por las partes del caso Samuel contiene más de un centenar de cuestiones. Además, al ser cinco los acusados, también son cinco los veredictos. Ya sea por estar atascada la reflexión en algún punto o por lo meticuloso que es el jurado, las partes siguen esperando para conocer el desenlace del proceso.
Los nueve miembros del jurado popular deben contestar y argumentar para llegar a la conclusión del grado de responsabilidad de cada uno de los cinco procesados. Diego Montaña, Katy Silva, Kaio Amaral, Alejandro Freire y Alejandro Míguez esperan desde el lunes por la tarde una llamada para conocer su futuro más inmediato. La Fiscalía pide para todos ellos penas de 22 a 27 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. En el caso de Montaña y Silva consta también una agravante de discriminación por condición sexual, mientras que Amaral se enfrenta también a un delito de robo con violencia del teléfono móvil de la víctima. La fiscal, Olga Serrano, se abrió a una reducción en los casos de Alejandro Míguez y Katy Silva, si son considerados solo cómplices de asesinato, de trece y catorce años y seis meses respectivamente.
Las deliberaciones del jurado popular son secretas. Tendrá que votar y resolver cada uno de los hechos que incluye el documento consensuado por las partes. En las votaciones, tal y como explicó la magistrada, no es posible la abstención y cada punto, según la ley del jurado, necesita cinco votos a favor si es favorable al acusado, mientras que requerirá siete votos si es desfavorable al mismo. Tras esto, deberá redactar un acta con el resultado y responder a si es partidario de suspender alguna de las penas, en caso de encontrar culpables, o incluso de proponer un indulto. La magistrada será, después, la que fije las penas para los cinco acusados en la sentencia.
El jurado tiene el reto de decidir si Montaña debe ser declarado culpable de asesinato con agravante, de homicidio o de homicidio por imprudencia, como pide su defensa, y si Freire es culpable de asesinato, de delito de lesiones, de homicidio imprudente o de homicidio con el atenuante de embriaguez. En el caso de Kaio, la balanza oscila entre condena por asesinato o delito contra el patrimonio. Para Silva podría ser asesinato con agravante o cómplice de asesinato, y para Míguez, además de estas dos posibilidades, se plantea el delito de lesiones.