Pocos planes de viernes pueden elevar la satisfacción con uno mismo de manera semejante al casi centenar de asistentes que ayer ingresaron en la biblioteca de González Garcés: lo pasaron a lo grande, cantaron, bailaron, hicieron barrio y, sobre todo, realizaron una buena obra por la comunidad. Y es que el auditorio del centro público se quedó rápidamente pequeño para el recital del Club de Amigos do Acordeón en beneficio del Banco de Alimentos Rías Altas, todo ello organizado por la asociación vecinal de Elviña.

La única condición para completar aforo era portar una bolsa de comida no perecedera, y a juzgar por las matemáticas muchos incluso lo pasaron mal para poder trasladar toda su solidaridad: algo menos de cien personas y más de 300 kilos comida hace que, incluso personas de avanzada edad, cargaran una media de más de 3 kilos por cabeza.

Se trata de la segunda ocasión en la que el Club de Amigos do Acordeón y la Asociación Veciñal Elviña 2 Fases unen sus fuerzas. Y es que el barrio hace ahora de hogar para una agrupación que, además de fomentar el uso del instrumento, realiza una labor social y docente. Con la inminente campaña navideña del Banco de Alimentos como telón de fondo los asistentes se lo pasaron en grande. Hubo dos pases, uno más dedicado a la orquesta de acordeones, con habaneras, y otro para la agrupación territorial ‘Foles das Mariñas’, en la que ‘Muiñeira dos Sabaxáns’ fue una de las elecciones más celebradas.

El presidente de la agrupación vecinal, y encargado de la puesta a punto y preparación y organización del evento, Leandro García, se felicitó no solamente por haber hecho pasar un rato agradable a sus asociados, sino también por hacerle con un buen motivo como excusa. “Resultó todo perfecto, tocan de forma maravillosa y la gente lo disfruta”, afirmó. “Siempre es un placer poder ayudar a la comunidad”, añadió.

El acordeón sonó durante algo más de hora y media en la biblioteca González Garcés, aunque muchos afirmaron que se hizo corto y emplazaron a nuevos recitales a la sociedad. No es la primera vez que los vecinos y el Banco de Alimentos unen sus fuerzas. .Recientemente, las fiestas del barrio de Os Mallos ya reservaron un espacio dedicado a la beneficencia con un bingo solidario gracias al cual se sobrepasó con holgura la tonelada y media de alimentos para la sociedad que nutre a las ONG.