Los videojuegos componen un campo profesional que toca una gran cantidad de disciplinas. Crear una realidad virtual requiera un alto conocimiento; por eso aprender a diseñarla no es una tarea que se logre en tan sólo nueve horas. Sin embargo, el curso de programación de la biblioteca municipal de Durán Loriga, iniciado el pasado lunes y que realiza hoy su última clase, aspira a proporcionar las herramientas para que sus once niños continúen con una base solida.
Los pequeños, de alrededor de 8 años, conocieron los entornos gráficos y los distintos puntos que componen un videojuego, que incluye el desarrollo, los personajes y escenarios. Acto seguido, tocó probar programas de creación sencillos como Scratch y Tinkercad. Sin embargo, su profesor procura ir más allá de los apartados técnicos con cierta disciplina y mucha dedicación por sus alumnos.
Nuno, con los conocimientos a sus espaldas de cinco Ciclos Superiores en Ciberseguridad, Big Data o Inteligencia Artificial, habla sobre las bases de la creación de entornos gráficos. El tutor se toma su tiempo para mostrarles a los niños la obra de arquitectos como Norman Foster, Peter Eisenman o Zaha-Hadid. A través de la Ciudad de la Cultura, el Centro Pompidou y la casa Fansworth aporta una primera aproximación al mundo de las estructuras y deja clara su influencia en la construcción de ciudades virtuales como las de los videojuegos de la saga ‘Batman: Arkham’.
“En el diseño no sólo juegan los personajes, sino también el entorno”, explica Nuno antes de realizar comparativas entre la capacidad de los programas de construcción y los coches de Fórmula 1, con Verstappen como protagonista de estas analogías. El profesor habló del talento coruñes representado por empresas como urbansimulator y Mundos Digitales para motivar a su clase. ”El mayor obstáculo para conseguirlo podrían ser los padres. Muchas veces no creen que puedan hacerlo”, afirma Nuno al hablar de las capacidades de sus estudiantes.