Nervios a flor de piel, especulaciones sobre los exámenes y un accidente múltiple en Alfonso Molina que provocó retenciones y complicó la entrada a la ciudad. Así fueron los horas previas al inicio de la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), la antigua Selectividad que, un año más, ha reunido a miles de jóvenes (cerca de 3.000) en torno a las facultades de Elviña y A Zapateira. Durante tres días, los aspirantes a la universidad se enfrentarán a varios exámenes para obtener la mejor calificación que les permita acceder a la carrera deseada.
La EBAU dio el pistoletazo de salida a las 10.00 con la prueba de Lingua Galega e Literatura. El examen tuvo una duración de hora y media, aunque pasados 60 minutos ya se podía ver a varios estudiantes en torno a la Facultad de Informática y de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos en corrillo y con los apuntes en la mano, comentando la prueba o bien dando un último repaso.
Para algunos, el examen fue “asequible” y “no muy difícil”. “La parte de sociolingüística era sobre prejuicios y defensa del gallego y había que aplicar la lógica, aunque la gramática era algo más complicada”, señala Alejandra Ordóñez, que tiene claro que quiere estudiar un doble grado en Análisis de Negocio y Relaciones Internacionales. “La prueba siguió toda la línea de los exámenes que hicimos durante el curso”, indica otra estudiante, Mencía López, quien va a por Comunicación Audiovisual.
Sin embargo, para otros aspirantes el examen de Lingua Galega generó estupefacción y asombro. “La gramática mal, el ejercicio fue algo totalmente inesperado. En nuestro instituto solo lo vimos en las clases de repaso”, expresa la aspirante Noelia Tenreiro. “La extensión del examen es muy corta, son solo 250 líneas. Yo me he pasado de líneas, pero espero que valoren el estudio y no solamente la extensión”, manifiesta otra estudiante, Nerea Bocija.
En lo que todos los alumnos coinciden es en que haberse enfrentado al primer examen ha servido para eliminar los nervios y afrontar las siguientes pruebas con más serenidad. “La noche anterior estaba nervioso, pero una vez que llegué aquí y vi a mis amigos haciendo bromas ya me tranquilicé. Y el examen al final fue lo que hicimos durante el curso”, indica Diego Roca, quien desea estudiar el Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Otros, como Antón Iglesias, se lo toman con más calma. “Veo a la gente muy nerviosa y yo, la verdad, no es que me matara a estudiar, porque para lo que quiero hacer, que es Ingeniería Electrónica, no necesito una nota muy alta, así que estoy mucho más tranquilo”, expone. “La gente tenía taquicardias ahí dentro, pero creo que una vez ves el examen ya te tranquilizas. Me parece que entras más nervioso de lo que sales”, señala este estudiante.
La CiUG (Comisión interuniversitaria de Galicia) ha señalado que el primer día de pruebas se desarrolló con normalidad, a pesar de los atascos de tráfico, que fueron resueltos gracias a la hora de presentación previa al examen de Lingua Galega, entre las 09.00 y las 10.00 horas, lo que permitió que se incorporaran los rezagados. Hoy los exámenes continuarán con Lengua Castellana como prueba inicial, y mañana finalizarán con las materias específicas de cada rama.