Como lleva ocurriendo desde hace once años, el 27 de enero de ayer estuvo marcado por el recuerdo de los tres policías nacionales que fallecieron en acto de servicio tratando de rescatar a un estudiante que se ahogaba durante un temporal. Compañeros, amigos y familiares se reunieron ante el monumento de los Héroes del Orzán, como han pasado a la historia los policías Javier López López, Rodrigo Maseda Lozano y a José Antonio Villamor Vázquez.
El día de ayer no se parecía en absoluto al de aquella fatídica jornada de hace once años, en la que el viento y la lluvia azotaban la ciudad, y las olas de varios metros de alto se estrellaban contra la playa. Brillaba el sol, y nada deslució la ceremonia solemne que se celebró en La Coraza, donde se encuentra el monumento en su honor.
La Jefatura Superior había organizado un homenaje, pero mucho antes, desde primera hora de la mana, habían empezado a aparecer las primeras coronas florales en honor de los tres fallecidos. No en vano, la del Orzán es una de las mayores tragedias que ha tenido que afrontar la Policía Nacional.
La Coraza se llenó de abrazos y de recuerdos, pero fue alrededor de las diez de la mañana cuando comenzó la ceremonia, que incluyó una ofrenda floral en el monumento que los homenajea en la coraza del Orzán. El estuvo presidido por el comisario provincial, Fernando Martínez, y asistió la subdelegada del Gobierno, María Rivas.
Tras la ceremonia, vino la despedida. Todos los participante en el homenaje abandonaron el lugawr y solo quedó el lazo blanco del monumento, reverdecido por las coronas florales.