La ola de calor, la cuarta a nivel nacional, suele tener sus matices y condicionantes en la ciudad. Sin embargo, en esta ocasión A Coruña sí pasa a formar parte del conjunto de alertas, consejos y advertencias varias para unas temperaturas que, aunque no alcanzaron su récord sí dejaron el segundo día más caluroso del verano. El termómetro alcanzó una temperatura máxima de 30, 3 grados en la estación de Aemet en el barrio de Bens, mientras que la de Meteogalicia en la Torre de Hércules marcó un tope de 28,1. En el aeropuerto de Alvedro Aemet registró 32,3 grados a las 16.00 horas.
El mercurio subió con la misma alegría que el pasado 8 de agosto y la jornada fue prácticamente idéntica en hábitos y sensaciones a la de entonces, algo por debajo de un récord que sigue marcado por el día de San Juan, con 32,2 grados en la Torre. Sin embargo, si los datos son interpretables en la mayoría de los casos, cuando se habla de climatología y calor el debate y las sensaciones lo son todavía más. Y es que los más sensibles a las altas temperaturas extremaron precauciones y formas de alivio: desde abanicos y paraguas en forma de sombrilla a una ocupación muy descriptiva de las diferentes zonas de sombra.
Algunos turistas que han convertido la ciudad en una especie de Meca del alivio veraniego, lejos de compartir ese sofoco, calificaban la situación de “gloria bendita”. Así se refería una pareja de Málaga a la situación en As Lapas al filo de las 15.00 horas.
Ayudó una temperatura del agua de casi 20 grados y que provocó una curiosa instantánea de tertulias a remojo, con medio cuerpo al descubierto y el otro medio cubierto por el agua. Las expresiones de gozo y disfrute recorrían el arenal en inglés, francés o italiano y evidenciaron que el calor ya no es que vaya por barrios, sino también por nacionalidades.
En caso de que esta noche sea tropical, tal y como sugieren las previsiones de los expertos, a buen seguro que también habrá más facilidad para conciliar el sueño entre los de la tertulia de As Lapas que entre los coruñeses de toda la vida.