Desde subir las persianas de nuestra casa aunque estemos en el trabajo a poder apagar las luces del salón mientras cenamos en un restaurante, las posibilidades que nos ofrece la tecnología son cada vez más variadas. Y aunque eso conlleva grandes ventajas, también entraña numerosos riesgos. Cada vez estamos más expuestos en la red y nuestros datos personales son objeto de deseo de los ‘hackers’, por lo que es necesario generar una red que sea lo más segura posible. 

En ese sentido, la UDC acogió ayer la segunda edición de la ‘Citic Cyber Competition’, que reunió a un total de 119 participantes. La mayoría participaron en este concurso de forma presencial en el propio Citic, un total de 50; 40 lo hicieron de manera telemática y 29 se conectaron desde la sede del ‘atlanTTic’ en Vigo. Todo ello, en un evento que contó con la colaboración de la facultad de Informática herculina y del Máster Inter-Universitario en Ciberseguridad (Munics), además del patrocinio de la Cátedra R en la materia.

“Hacemos desafíos de programación. Hemos preparado unos escenarios concretos y pedimos a los concursantes que busquen fallos en determinas aplicaciones. En forma de juego, les enseñamos a que aprendan diferentes técnicas para que, en el futuro, sean capaces de crear programas más seguros”, explica David Soler, estudiante de un Doctorado en la Facultad de Informática, y que es uno de los organizadores. “Las mayores amenazas de seguridad no suelen venir por aplicaciones inseguras, sino por usuarios imprudentes. Por muchas medidas de seguridad que diseñemos, no podemos evitar que alguien le pase a otra persona su contraseña por correo electrónico. Es necesario que seamos responsables de nuestra información privada, porque las medidas de seguridad solo pueden llegar hasta un cierto punto”, explica. “En este concurso, se dan cita los futuros guardianes de la red”, añade.

Uno de ellos es Alberto Millán, que admite que el riesgo en la red es real, y más en un mundo en el que ya hay “hasta lavadoras con wifi”.  “Dependemos cada vez más de la tecnología, pero al mismo tiempo, nos facilita mucho la vida. Debemos buscar un equilibrio”, explica. Y advierte: “Los ataques cada vez son más avanzados y están muy trabajados. Yo mismo podría ser una víctima”. Por lo tanto, toca protegerse. Y eventos como el de ayer son vitales.