Lo que no pudo ser en septiembre de 1997, cuando llegó a anunciarse un concierto en el Coliseum, sucedió en Cinesa Marineda City y Yelmo Cines de Espacio Coruña. Metallica ‘tocó’ en A Coruña, en lo que en realidad era un directo mundial en forma de fiesta de presentación y premiere de su nuevo disco, ‘72 Seasons’.
Más de un centenar de seguidores de la banda de San Francisco acudieron a las salas, muchos de ellos ataviados con camisetas de conciertos y álbumes anteriores, para disfrutar de una nueva vuelta a los orígenes de la banda de trash metal. La que seguramente es la formación más masiva e icónica de la historia del metal aprovechaba la infraestructura de las salas de nueva generación. En 2019 resultó ya todo un éxito la proyección de S&M2, un disco en directo con la orquesta sinfónica de San Francisco.
Ceremonial
Más de media hora antes del inicio una marea negra comenzó a invadir la última planta de Marineda City. Pocos logotipos más reconocibles existen en la música que la ‘M’ y la ‘a’ del logo de Metallica. Llama la atención lo ecléctico y variado del público, al menos a quien no haya asistido a una descarga de la banda: desde la pubertad de varios jóvenes acompañados de sus padres a algún veterano casi tan antiguo como el metal. Todos conversan antes de entrar, y la expectativas son altas, después de la satisfacción que generaron los cuatro primeros singles.
A las 20.30 horas A Coruña se unió a la fiesta mundial. Puntual como un reloj danés, Lars Ulrich dio la bienvenida a la incalculable masa de fans que en cada esquina del mundo estaba a punto de escuchar el primer disco de la banda en siete años. Al mismo tiempo y al unísono. El batería, capaz de despertar filias y fobias por igual incluso entre los más acérrimos, dio a paso un James Hetfield que invitó a “mover la cabeza y comer palomitas”.
El esquema fue idéntico para los 11 temas y 77 minutos de música: una introducción en la que dos de los cuatro miembros de la banda expresaban su sentir sobre cada corte y qué lo hace especial y diferente respecto al resto. Cuando ‘72 Seasons’ se mostró lo hizo prácticamente a pelo: en ocasiones con videoclips con la banda tocando y en otras simplemente con un recurso en forma de imagen en bucle.
Y es que, más allá de la calidad del disco, la grandeza de Metallica se explica en conseguir llenar hasta la bandera una sala de cine en 2023, un jueves a las 20.00 horas y previo pago de 12 euros para escuchar un disco con una especie de salvapantallas en el proyector. También en conseguir, como si de un directo se tratase, que no faltasen los air guitar, las baterías improvisadas sobre los muslos, las cabeceas meneándose y algún neófito con el Shazam para intentar corear los estribillos de Hetfield.
Una hora y media después, el juicio a ‘72 Seasons’ aún es fruto de la emoción. “Es lo mejor que han hecho en años, y lo digo después de haberlos visto once veces en directo”, dice uno de los veteranos. “No da descanso, es una pasada; lo de James y Kirk es increíble, están mejor que nunca”, matiza Noemí. Antes de la despedida, el propio Hetfield advierte: en agosto retransmitirán la gira en directo en los cines.