“Bajo situado en la nueva y remodelada calle San Andrés, en su parte central, frente a la oficina principal de Abanca”. Así se anuncia en la plataforma inmobiliaria Idealista un bajo comercial en alquiler en el nuevo bulevar de A Coruña. Se trata del local situado en el número 68 de la vía, una zona comercial “de primer orden y gran proyección”. De esta forma, la inmobiliaria Versalles, situada en Puerta Real, utiliza la reurbanización de San Andrés como un nuevo gancho para captar emprendedores que quieran instalarse en la zona. 

Por el bajo del número 68, situado en un edificio singular que está incluido en la ruta del modernismo y es obra del arquitecto Ricardo Boan, se piden 1.750 euros al mes. A pocos metros, un bajo en venta que también se anuncia en la plataforma inmobiliaria, en este caso, su “privilegiada situación” tiene un precio de 700.000 euros y está reformado para hostelería. 

Incluso a la hora de publicar el anuncio de una vivienda también se habla de la renovación de San Andrés. Una oferta publicada hace unas semanas de un piso ubicado en la calle Huertas señalaba que, “después de las obras que finalizarán muy pronto la calle se convertirá en un tranquilo y bonito bulevar con árboles y muy poca circulación”.

Restauración

El local en venta por 700.000 euros y su reciente uso hostelero indica que lo más probable es que se destine a este sector una vez sea adquirido. Esto, junto a dos nuevas aperturas que están previstas próximamente en la calle, confirman lo previsible: la restauración ha encontrado un nuevo filón en San Andrés. Salpica Mar en Barra, en el número 53, comenzará su andadura en la vía la próxima semana. Además, en el número 126 ya se promociona un nuevo local: Vibra! Açaí Club, que se encuentra a tan solo unos pasos de Nösso Kevab, que abrió durante las obras, al igual que la hamburguesería Pink’s!!. 

Ya a finales de enero el director territorial de Galicia de la consultora inmobiliaria Gesvalt, Roberto Castro, manifestaba a este diario que la restauración es un sector “que apunta a ser la apuesta segura de los emprendedores en el nuevo San Andrés”. Este preveía hace meses que el comercio sería el sector que pelearía por instalarse en la vía cuando recuperase su esplendor, pero “se ve que ahora los tiros van por la restauración”. Y no es para menos: “Es una apuesta segura, segurísima. Se está consolidando esta zona para el sector y cada día va a ir a más”, dice. 

Castro relata, además, que los bajos comerciales disponibles en esta zona –aunque no hay muchos– ya se están empezando a cotizar. “Los precios están subiendo y los locales buenos sí se cotizan”, añade.

Impulso irradiado

La reforma de San Andrés se irradia a otras zonas. Sin ir más lejos, la calle Real también nota el impulso de su arteria comercial vecina. La gerente de Zona Comercial Obelisco, Rosa Mena, explicó hace unos días que “después de un gran e importante bajón con el covid y otro a raíz de las obras de San Andrés, a medida que todo se va destapando en la calle y sale a la luz, hemos remontado”. 

Tanto es así que, en los últimos meses, Zona Comercial Obelisco ha hecho nuevos socios  entre los que se encuentran, además de pequeños comerciantes, hosteleros. “Algunos son nuevos y otros ya habían estado adheridos, pero todo ha mejorado. Por ejemplo, a raíz de la pandemia quedamos unos setenta y pico u ochenta socios, pero ahora somos 101 y con vistas a más”, dice Mena.

El propio día 27 de febrero, cuando la vía reabrió al tráfico, la  gerente de Zona Comercial Obelisco ya apuntaba que “el resultado es fabuloso. Humanizar la arteria principal de compras de la ciudad no tiene precio. Ahora llegar y ver la calle limpia, con luz y decente es muy agradable y va a suponer una ayuda al comercio local”.