Rejuveneció unas dos décadas buena parte del público asistente al primer ‘Tardeo Pop’ en la historia del ocio coruñés. Aproximadamente un millar de personas acudieron a la sala Pelícano para, como cuando recorrían Baroke o Bambina con 16 años, bailar, reir, socializar y disfrutar antes de medianoche. Y es que la idea de la gerencia del grupo de pubs y discotecas es unirse a una corriente que lleva ya tiempo asentada en el resto del territorio nacional.
El tradicional ‘tardeo’, o lo que muchos practican entre semana en forma de afterwork, se trasladó al interior de la discoteca más gran de la ciudad. El mismo lugar donde algunos hace semanas iban a recoger a sus hijos al término de la sesión light se convirtió, esta vez, en terreno abonado para la nostalgia ochentera. No fue un lleno, pero casi. La organización no ocultó su satisfacción por lo que pretende marcar un antes y un después en los hábitos de la ciudad.
Las actuaciones musicales también contibuyeron al momento entre nostalgia y modernidad que se vivió en Pelícano. El primer momentazo de la tarde lo marcaron La Guardia, referencia del pop español de los 80, y compositores de himnos como ‘Cuando brille el sol’. También demostraron mantener intacta su legión de fans OBK, que al filo de las 22.00 salieron al escenario para que buena parte del público asistente coreara todas y cada una de sus canciones. Pero en realidad se trataba todo de implantar un nuevo concepto y un hábito para la forma de consumir ocio. Muchos decidieron seguir hasta entrada la madrugada.