Acostumbrada a vivir en una calma que rige desde el día a día a la convivencia con los vecinos, la hostelería de la Ciudad Vieja ha encendido las alarmas durante las últimas horas. Y es que, donde habitualmente no pasa nada, son ya cuatro los casos de robos con éxito o en grado de tentativa. Los que peor suerte se han llevado son A Boca do lobo, un espacio acostumbrado a la restauración, y el Azka, especialista en ‘tardeo’ y la primera copa.
El caso más sorprendente es el primero, ya que se produjo a plena luz del día, al filo de las 18.00 horas en el número 1 de la calle Tinajas. Se trata del momento en el que los trabajadores aprovechan para descansar entre los dos turnos de comidas. La propiedad tiene en su poder la grabación de las cámaras de seguridad, en la que se puede ver a individuo saqueando la caja registradora, de la que finalmente consiguió sustraer varios cientos de euros. También los propietarios del Azka, en la plaza de Azcárraga, denunciaron unos hechos semejantes ante la Policía Local.
La tentativa frustrada en otros dos establecimientos, donde los amigos de lo ajeno no fueron capaces de acabar con las medidas de seguridad, han sembrado la incertidumbre en toda la Ciudad Vieja.
Los vecinos, que tenían la mosca detrás de la oreja con la posible activación de dos narcopisos en el barrio, elucubran sobre la relación entre unos hechos y otros, aunque también dentro de la propia asociación vecinal hay fuentes que no ven una relación directa y apuntan a dejar correr la investigación policial antes de desatar un pánico infundado.