Los comerciantes y vecinos del centro cuentan los días para que San Andrés esté libre de obras. El proceso de la reurbanización de esta calle cumple con todos los plazos previstos, según confirmó hace unos días el Ayuntamiento, pero, como toda obra, implica molestias para quien la sufre. El sector inmobiliario, sin embargo, está convencido de que esta vía recuperará su esplendor comercial cuando la actuación concluya en 2025.
El director territorial de Galicia de la consultora inmobiliaria Gesvalt, Roberto Castro, considera que “hay que tener paciencia, pero va a ganar muchísimo”. Todas las peatonalizaciones, dice, “han hecho que las calles renovadas ganen en interés comercial”. Prueba de ello, señala Castro, es que las peatonalizaciones temporales de San Andrés, que se llevaban a cabo los fines de semana, “eran un éxito y siempre había mucha gente paseando”.
Castro compara el proyecto de San Andrés con la calle Barcelona e incluso con la ciudad de Pontevedra, donde, cuando comenzaron a peatonalizar, “había huelgas los martes y jueves, y ahora ha sido su salvación”. Castro asegura que los comerciantes de San Andrés “pueden estar tranquilos. Si ahora no hay tanta gente por la calle es porque el tiempo tampoco ha acompañado. Ahora está pasándolo mal, pero apuesto al cien por cien”.
El director territorial de Galicia de la consultora inmobiliaria afirma que ya hay marcas interesadas en instalarse en San Andrés cuando el bulevar esté completado. Sin embargo, el tamaño de los establecimientos limita la presencia de grandes marcas, ya que la media es de “ochenta o noventa metros cuadrados”. Los precios de los alquileres aumentarán, pero “seguirán siendo más baratos que en la plaza de Lugo”, concluye.