La noche más larga

Miles de hogueras volverán a hacer arder unos arenales en los que muchos ya pernoctaron los dos últimos días
La noche más larga
Por la mañana ya eran centenares los jóvenes que ocupaban su plaza en el Orzán | Quintana

Cuentan que el pasado miércoles llegaron los primeros, desde el fin del mundo (o sea, Fisterra), y están instalados desde entonces, si bien discretamente. Otros dicen que los primeros llegaron a las siete de la mañana de ayer sábado. Pero el caso es que ellos, y todos los demás, vienen a lo mismo: a reservar su espacio en Riazor y Orzán para la gran noche. La de hoy día 23, la noche de San Juan.

 

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Es algo así como hacer cola para un megaconcierto, y de hecho tiene algo de festival: música, ‘troula’, buenrollismo y misticismo. Los más previsores llevan más de un día sobre unos arenales en los que realmente no han tenido que convivir con el uso corriente de la playa. El tiempo ha sido de ni fu ni fa y perfecto para la espera: ni les ha llovido, ni ha hecho frío ni calor excesivos. De hecho, apenas unos rayos de sol iluminaron la espera en forma de relevos organizados. Y es que, por muy joven que sea la mayoría de los ‘sanjuaners’ hay compromisos laborales ineludibles. Entre los novatos, como es tradición, algunos quemarán unos apuntes de los que no se han despegado hasta hace unos días. De hecho, en clave escolar San Juan es también el primer día de vacaciones. También para los profesores.


No hay otra fecha del calendario que reúna a más ciudadanos alrededor de una misma causa y, tal y como señalan los hosteleros, penetra en cada esquina, en cada calle y en cada rincón de una ciudad que tiene en la noche meiga un patrimonio de interés turístico nacional.


Habrá fiesta en los barrios y en los bares, como toda la vida. Pero la imagen más icónica, la que llegará a la de los telediarios, es la de las playas de Riazor, Orzán y Matadero tomadas por miles de personas y abarrotadas de gente. Es San Juan una celebración grabada a fuego en el ADN coruñés y que ejerce más como reclamo turístico. Llegarán por tierra, mar y aire visitantes en busca del fuego purificador. Por carretera lo harán en vehículos particulares muchos vecinos del área metropolitana y la Costa da Morte. 

 

La calle San Juan será desde el mediodía un hervidero de gente en forma de gran sesión vermú


Por ejemplo, se han fletado varios buses procedentes de Camariñas, Fisterra o Vimianzo. Los más afortunados han colaborado con la hotelería local. Los más sociables han encontrado cobijo en casa de algún amigo con casa en la ciudad. Los más valientes, aseguran, dormirán en el parking a la espera de estar en condiciones, físicas y mentales para conducir. 


Orzán fue la primera en llenarse, como es tradicional. A mediodía ya era imposible encontrar una parcela. Las había hasta en las cercanías de la parte más peligrosa de la playa, la zona de la coraza. Gente, muy joven, equipada con mochilas, tiendas de campaña, toldos, sombrillas, toallas… Para matar el tiempo, el móvil, las cartas y deporte, en concreto dos, fútbol y vóley (con red y todo en este último caso). Las algas de la orilla separaban a los ‘parceladores’ de las aguas. El día era nublado, pero la playa estaba abarrotada, toda una paradoja. 


Contrastaba este aspecto con el del Riazor. A las cuatro de la tarde de ayer, apenas había seis parcelaciones en esta playa, en la zona situada frente al hotel Riazor. Un paseante, al ver aquellos rectángulos tan bien hechos, le preguntó a un grupo si la acotación era cosa del gobierno local: “Qué va, aquí el Ayuntamiento no pone nada”, contestó un hombre con acento venezolano. Y es que este arenal suele estar copado por familias latinoamericanas. Se ha convertido en uno de los más recientes añadidos a la tradición el hecho de que la multiculturalidad de la ciudad se refleje al lado de cada hoguera: ecuatorianos, venezolanos, colombianos, dominicanos o brasileños acostumbran a plantar la bandera de su país al lado de la hoguera. 


En todo caso, no es cierto que el Ayuntamiento no ponga nada. Para empezar, a unos metros de donde lo decía, hacia el Playa Club, se levantaba la falla; y mirando hacia el otro lado ya estaba instalado el puesto de mando avanzado, en la Coraza, justo entre Orzán y Riazor. Además, el Gobierno local reparte leña: no en el sentido metafórico, sino en el real. Eso será a partir de las 19.00 horas y el volumen total alcanzará las 120 toneladas. 

 

Un destacado futbolista del Depor será el encargado de encender la falla junto a una jugadora del femenino


En cuestión de un par décadas todo ha evolucionado en cuestión de seguridad y la costumbre de quedar con los amigos para hacer acopio de madera, así como transportarla hasta la playa, es ya un recuerdo que muchos ni siquiera han vivido. También la concienciación.


Para entonces la mecha ya estará prendida. Y es que muchas pandillas han aprovechado el hecho de que San Juan caiga en domingo para lo que podría denominarse un plan intensivo de goce y oda a la felicidad: la sesión vermú en la calle San Juan comenzará al filo del mediodía. Si un domingo normal se hace complicado circular y un 23 de junio se abarrota la confluencia de ambos factores puede dejar una estampa espectacular en la capital del ‘domingueo’.


Desde las 18.00 horas se sumarán a la fiesta los locales de la calle Torreiro. Por primera vez unen sus fuerzas Aeroclub, Bristol, La Intrusa y La Campana, que bailarán al unísono con un DJ en vivo y repartirán choripanes a todos los clientes. Una hora más tarde, a las siete, prenderán la mecha los bares de José Sellier. 


La zona de Riazor, donde antaño había balaustrada y desde el gobierno del PP no, ha sido acotada con vallas. Es otra de las medidas de seguridad en previsión del reclamo que supondrá el encendido de la falla. Y es que el honor recaerá sobre un destacado jugador del Depor y una futbolista de referencia del cuadro femenino. Ellos mismos son los protagonistas de la escena que quedará reducida a cenizas pasada la medianoche. Al calor de las hogueras y divisando el fuego purificador en la lontananza, Mikel Erentxun repasará sus grandes éxitos. Y es que, como dice Bruce Springsteen, no se puede empezar una hoguera sin una chispa. Y nada mejor que el cantante de Duncan Dhu para encontrar esa chispa adecuada a la que se referían los Héroes del Silencio. La mañana de mañana empezará la recogida de toda esa resaca. 

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