Los sistemas de la Zona de Bajas Emisiones de A Coruña entran en fase de pruebas

En los últimos meses se han instalado los sensores que cubren el centro del casco urbano
Los sistemas de la Zona de Bajas Emisiones de A Coruña entran en fase de pruebas
Técnicos en el cruce de la calle Picavia con la plaza de Ourense realizando comprobaciones

La ciudad se prepara para entrar en la movilidad del siglo XXI con la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Estos días, los técnicos están haciendo las pruebas del sistema de la red de cámara que se ha implantado por toda la ciudad en los últimos meses. Se les podía ver en la plaza de Ourense, uno de los puntos neurálgicos del tráfico, asegurándose de que todo está sincronizado: la Inteligencia Artificial (IA) de las cámaras, el sistema de conteo de vehículos y las señales luminosas.


La instalación de las cámaras en sí prácticamente ha terminado, confirman fuentes municipales. No hay que olvidar que en enero se cumplió un año desde que se implantó la primera ZBE, que abarca la Ciudad Vieja y la avenida de Montoto, en La Marina y la plaza de España. Empezó por allí porque ya eran zonas de acceso restringido al transporte público y a los vecinos, pero abarcará el 29% de la ciudad.  
 

Un doble anillo 

Tal y como señaló la concejala de Movilidad, Nereida Canosa, las nuevas cámaras que guardan la entrada a la ZBE están dispuestas en dos anillos. El primero en colocarse fue el de la ronda de Nelle y podían verse los sensores ya durante la Navidad a la altura de la calle Caballeros y la avenida de Arteixo, por ejemplo. Pero también se va a instalar un segundo anillo en la ronda de Outeiro. 
 

Este doble círculo está formado por 47 sensores que tienen como objetivo controlar, entre otras cosas, qué vehículos pueden entrar en la ZBE, discriminándolas por la tarjeta ecológica que lleven. Esa es la teoría, pero Canosa les aseguró a los vecinos, en una reunión que se celebró en la Ciudad Vieja, que no será así en A Coruña. “No tanto como objetivo de etiqueta que propone la Dirección General de Tráfico, sino controlar la circulación, el movimiento o ver la contaminación ambiental”. 
 

Es cierto que la ZBE incluye también nuevas estaciones de medición de partículas contaminantes, que se instalan en puntos del centro, como la plaza de Pontevedra o la de Tabacos, aunque rara vez en A Coruña se degrada la calidad del aire hasta niveles que obligarían a restringir el tráfico. Por eso el Gobierno de Inés Rey parece que pretende crear su propia versión de una ZBE.
 

Se trata de una normativa europea de obligado cumplimiento para todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, pero en María Pita saben lo sensible que es este tema en A Coruña, donde el automóvil sigue siendo el principal medio de desplazamiento. Aun así, tras once millones de euros de inversión y algunos retrasos, todavía no hay una fecha para su puesta en marcha. 

Los sistemas de la Zona de Bajas Emisiones de A Coruña entran en fase de pruebas

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