Eran cuatro hermanos. Los cuatro fueron a la guerra y ninguno volvió. Uno de ellos era el brigadier Diego del Barco, héroe de la Guerra de la Independencia, al que ayer se le rindió homenaje en los jardines de la Maestranza, junto al Museo Militar. El presidente de la asociación histórica The Royal Green Jackets, Manuel Arenas, lo calificó como el “soldado Ryan” coruñés, en referencia a la famosa película de Steven Spielberg “Salvar al soldado Ryan”.
Igual que Spielberg rescató del olvido la historia de James Francis Ryan, la historia del Diego del Barco, que cayó en la toma de Laredo a manos de las tropas napoleónicas en 1814 (como habían hecho antes sus tres hermanos en el conflicto), fue rescatada por el historiador Arsenio García Fuentes. Hoy en día, Diego del Barco cuenta con una estatua que mira a Laredo, y una efigie gemela, situada en esta localidad cántabra, mira a su vez hacia A Coruña.
Frente a la primera se organizó el homenaje, presidido por la alcaldesa, Inés Rey, y que contó con la presencia del general jefe de Apoyo a la Maniobra, Juan Francisco Arrazola, y el director do Museo Militar da Coruña, el coronel Antonio Montero, entre otras autoridades. El acto, que se celebra con motivo del 213 aniversario de la batalla de Elviña, incluyó una ofrenda floral, el recitado de un poema en homenaje al héroe de dicha batalla, Sir John Moore, y la interpretación de los himnos de Francia, Inglaterra y España a cargo de la banda de la Unidad de Apoyo a la Maniobra..
Poco antes, había tenido lugar otro acto en el palacio de María Pita: la entrega de las Medallas de Oro conmemorativas de la Batalla de Elviña, a la historiadora María Fidalgo y a Iván Fernández Amil, investigador y articulista. En la categoría de entidad, se entregó el distintivo a la Cruz Roja, representada por su presidenta provincial, Mercedes Casanova.
Resulta lógico que se condecore a una historiadora y a un investigador, cuya labor supone la única forma de rescate que pueden esperar los héroes que yacen muertos y en sus tumbas desde hace doscientos años: el rescate del olvido.