El problema de la vivienda es uno de los más acuciantes en A Coruña, como prueba el  hecho de que fuera uno de los temas más debatidos en la reciente campaña municipal. Durante el pasado mandato, algunos grupos de la oposición acusaron a Inés Rey de volver a un modelo basado en el ladrillo. En realidad, según los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE), A Coruña es una de las ciudades gallegas donde menos licencias se tramitan. En un año, ha contar desde febrero de 2022 al de este año, solo se han concedido 120. Solo Ferrol y Pontevedra, ciudades con una población mucho menor, han tramitado menos licencias. 
 

Según el IGE, en este tiempo (de febrero a febrero) se han expedido 0.49 licencias por cada mil habitantes en A Coruña mientras que en Vigo han sido 0,56; en Ourense de 0,83; en Pontevedra es de 0,47, con lo que la pequeña ciudad, con tres veces menos población, se encuentra casi a la altura de A Coruña, mientras que en Ferrol, la tasa de licencias es de 1,2 por habitante, superando en actividad constructiva ampliamente a la ciudad herculina.

En la construcción de edificios, se concedieron 104 licencias en 2020, en plena pandemia; en 2021 fueron 103; en 2022, 114. Es decir, que en los últimos tres años de mandato de Inés Rey el número se ha mantenido estable, sin ninguna mejora perceptible. Al mismo tiempo, la demanda se ha incrementado considerablemente. El sector inmobiliario se ha quejado en numerosas ocasiones al respecto. 
 

Por ejemplo, el director gerente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco), Juan José Yáñez reconoce que el sector mantiene una buena relación con el Ayuntamiento, pero que “se podría haber intentado por parte del Ayuntamiento agilizar más la concesión de licencias y clasificar más los criterios de interpretación de las normas”. 
 

Asegura que gran parte del problema actual por la escasez de vivienda es que se construye poca nueva. Y esto se debe a los “criterios restrictivos municipales”. Esto provoca que la población joven tenga que mudarse al área metropolitana para comprar su primera vivienda, o tenga que comprarla de segunda o de tercera mano. Por otro lado, y comparándolo con el Gobierno de Xulio Ferreiro, la relación es mucho más fluida. “Fueron cuatro años perdidos”, señaló Yáñez en una entrevista la semana pasada. Desde Aproinco, señalan que la situación actual indica que el precio de la vivienda seguirá al alza, dado que los polígonos se desarrollan muy lentamente y los cambios en el PGOM suponen trámites de diez años 
 

En catorce años   

Pero, por otro lado, según las estadísticas del IGE, actualizadas en el primer trimestre de año, en A Coruña existen 127.264 inmuebles de uso residencial. En 2009, eran 116.205. Es decir, que se han incrementado un 9,5% en 14 años pero el crecimiento fue menor incluso en Vigo, con un 6,8%, hasta llegar a las 136.913 viviendas. Eso quiere decir que la falta de licencias no ah lastrado el crecimiento de viviendas, por lo menos a nivel numérico. Por el contrario, la población ha decrecido ligeramente.

Pero eso no ha impedido que los precios del alquiler sigan escalando. El último máximo en la ciudad se registró en febrero, cuando la media por el metro cuadrado subió hasta 9,1 euros, un 3% más en tan solo un mes. Es, además, la cuarta capital nacional que ha experimentado un incremento más alto.