Las llamadas al 092 por molestias sonoras cayeron un 70% desde 2016

La emblemática zona del Orzán ha sido una de las que más ha cambiado, tras el cierre de varios locales que atraían a gran parte del público hasta la madrugada
Las llamadas al 092 por molestias sonoras cayeron un 70% desde 2016
Población afectada por los decibelios durante el día y Población afectada por nivel de decibelios durante la noche

En el informe de la Valedora do Pobo de 2023 figura el caso de un vecino de Matogrande que protestaba por el ruido que generaba una terraza que se encontraba frente a su casa sin cumplir con las condiciones de su licencia. El Ayuntamiento informó a la Valedora de que había enviado a técnicos municipales para comprobarlo, y el caso se cerró sin que la valedora tuviera que formular ninguna resolución. Hay que señalar que las terrazas son una fuente importante de molestias sonoras en A Coruña, pero incluso estas quejas han caído en torno a un 70%.


En efecto, cuando se redactó el anterior Mapa Estratégico de Ruido (MER), en 2016, la memoria de la Policía Local recogía 285 incidencias relacionadas con el ruido: fiestas en las viviendas, gritos en las calles o en los locales de hostelería. Pero en 2023, el mismo año en el que se recogieron los datos que figuran en el último estudio de Medio Ambiente, estas infracciones administrativas se habían reducido considerablemente, hasta las 80. Un récord a la baja.

 

 


3 FALTAS a la ordenanza de ruidos se registraron en establecimientos de hostelería en 2023


Es un dato significativo, quizá no tanto a nivel ambiental, pero sí en lo que se refiere a la convivencia. Los coruñeses pueden acostumbrarse al estruendo que generan los motores de los vehículos que circulan por sus calles, pero no soportan la molestia de los locales de hostelería de abajo, en la que el vocerío de los clientes les resulta atronador.


No hay que olvidar, además, que los enclaves de ocio nocturnos fueron designados hace años como Zonas Acústicamente Saturadas en el eje situado entre la calle Orzán y Socorro. Precisamente el año pasado, tras el cierre de varios locales, las molestias sonoras que antes soportaban los vecinos han desaparecido, y el nivel de decibelios ha caído en picado; casi un 27%, pasando de 76 decibelios a 56, según datos recogidos por la red de estaciones de contaminación ambiental. El problema se concentraba alrededor de las cuatro de la mañana, cuando locales echaban el cierre y los clientes charlaban en la calle. Pero ahora reina el silencio. 

Las llamadas al 092 por molestias sonoras cayeron un 70% desde 2016

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