Treinta testigos presenciales declararán en el juicio sobre el asesinato de Samuel Luiz que arrancará el próximo 16 de octubre y tendrá la declaración de dos acusados al día siguiente, con los otros tres al final, previsiblemente, el 14 de noviembre.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha comunicado este miércoles el calendario completo del proceso, con tribunal del jurado, por el asesinato del joven de 24 años Samuel Luiz el 3 de julio de 2021 en A Coruña, en un caso en que ya hay dos menores condenados y están pendientes de sentencia los cinco mayores de edad, tres de ellos en prisión provisional desde entonces.
El jurado se constituirá el 15 de octubre y el proceso empezará al día siguiente con los informes y las cuestiones previas, si bien los dos primeros acusados en declarar -Alejandro Míguez, que fue el último detenido y está en libertad junto a Catherine Silva, la única mujer implicada en el caso- lo harán el jueves 17 de octubre.
A partir de ahí, empezarán las testificales, con 42 personas llamadas a declarar en el proceso, entre ellas los padres de la víctima, que reclaman indemnizaciones por secuelas psicológicas, y los dos menores ya condenados.
Entre todos estos, 30 personas estuvieron en el lugar de los hechos cuando se produjeron, por lo que darán testimonio de lo vivido.
De entre todos, 18 son ajenos a lo ocurrido, pues no conocían ni a la víctima ni a los supuestos agresores y tampoco se vieron implicados, mientras que otros dos son los senegaleses que auxiliaron al asesinado -que están en un proceso al margen por lesiones- y los demás tienen relación con las partes.
Será el 30 de octubre cuando empiecen las pruebas técnicas, con los agentes de la Policía Nacional y los diferentes peritos.
El 5 de noviembre declarará el médico de urgencias que atendió al fallecido y los dos médicos forenses encargados de la autopsia, mientras que los dos días siguientes se valorarán las secuelas psicológicas en la familia de la víctima.
El 8 de noviembre se abordará la presencia de ADN de los acusados en el cuerpo del asesinado y el día 12 el juicio se centrará en la identificación de los procesados en el lugar de los hechos a través de las cámaras de vigilancia de la zona.
Por último, de acuerdo al calendario, el 14 de noviembre declararán los otros tres acusados: Diego Montaña, Alejandro Freire 'Yumba' y Kaio Amaral Silva, antes de los informes y la última palabra del día 15 y la entrega del objeto del veredicto el lunes 18.
La Fiscalía pide 25 años de prisión para Diego Montaña y Catherine Silva, al considerarlos autores de un asesinato con alevosía y ensañamiento con el agravante de discriminación sexual.
Esta última circunstancia no la ve ni en Alejandro Freire ni en Alejandro Míguez, para los que solicita 22 años, ni tampoco en Kaio Amaral Silva, para quien pide 27, pues le añade el robo del móvil de la víctima.
Los nueve miembros del jurado deberán dar respuesta a 87 cuestiones, junto con otras 7 sobre el grado de ejecución del delito y la participación de los cinco acusados, como la determinación de si se trató de un asesinato a nivel jurídico.
En el caso están personados la Fiscalía, las defensas de cada acusado, la acusación particular de la familia de la víctima y la acusación particular que ejerce el colectivo de defensa de los derechos LGTB Alas A Coruña.
Las defensas no se conformaron en su momento con una única autopsia y pidieron una segunda, pero la conclusión fue idéntica: la causa de la muerte fue un cúmulo de golpes.
Esto será un eje central durante el proceso, pues la Fiscalía sostendrá que los cuatro hombres provocaron las lesiones y, por tanto, la autoría del asesinato es compartida, junto a la de la mujer como supuesta instigadora.
Las defensas, en cambio, buscan plantear al jurado la duda sobre lo ocurrido con cada uno de los acusados, al argumentar que es necesario demostrar quién dio cada golpe y cuál o cuáles fueron de mayor gravedad y mortales.
La Fiscalía piensa que en el crimen se produjo una circunstancia modificativa de la responsabilidad penal que la agrava: el hecho de que uno de los agresores y su novia actuasen movidos por "su animadversión hacia la orientación sexual homosexual que le atribuyeron a la víctima".
Se trata de un factor que desde aquella noche está en boca de todos los testigos, que apuntan a gritos homófobos previos a la paliza.
También hay una circunstancia que podría atenuar o eliminar la responsabilidad penal de tres de ellos, que tendrán que demostrar, pues aseguraron que se encontraban bajo los efectos del alcohol.
Uno de los acusados tiene pendiente, además, un delito de robo con violencia, con una petición de 5 años más de cárcel, al haberle robado supuestamente el móvil a la víctima, si bien en la instrucción dijo que se lo había encontrado.
La magistrada presidenta del tribunal del jurado ha decretado que procede admitir las pruebas propuestas por las partes en sus respectivos escritos de acusación y defensa, a excepción de los informes policiales de visionado de imágenes y de la llamada infografía forense con el correspondiente reportaje videográfico, tal como había determinado en mayo el TSXG.